"Estoy profundamente preocupado por lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de libertad", dijo el Papa Francisco durante el Ángelus del 1 de enero de 2024. Los católicos de este país centroamericano sufren desde hace varios años una creciente represión por parte del régimen de Daniel Ortega.
El Papa expresó su "cercanía en la oración" a los familiares de los cautivos y a "toda la Iglesia en el país". También invitó a "todo el pueblo de Dios" a "rezar con insistencia" por Nicaragua, deseando que "se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades". Recemos hoy por Nicaragua", exhortó el Papa Francisco, a menudo criticado por su discreción ante la persecución que sufre la Iglesia en este país centroamericano.
El año 2023 ha sido especialmente duro para los católicos nicaragüenses bajo la presidencia autoritaria del líder populista de izquierdas Daniel Ortega, que ya estaba en el poder cuando Juan Pablo II visitó el país en 1983.
Aunque volvió a la presidencia por las urnas y con el apoyo de la Iglesia católica en 2006, el presidente Ortega, que había intentado dar una imagen más moderada al principio de su mandato, se fue volviendo contra el episcopado. Ha acusado a los obispos y al Papa de apoyar intentos de sublevación tras las manifestaciones de 2018 contra la reforma de las pensiones, cuya represión dejó al menos 325 muertos. La implicación del nuncio apostólico en un intento de mediar en la crisis política acabó provocando su expulsión del país en marzo de 2022, y la nunciatura fue cerrada un año después.
Los días 29 y 30 de diciembre de 2023 fueron detenidos al menos cinco sacerdotes. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también denunció la "desaparición forzada" del obispo de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, detenido el 20 de diciembre. Es el segundo obispo en cautiverio después del obispo de Matagalapa, Rolando Álvarez, encarcelado desde febrero de 2023 y condenado a 26 años de prisión por su oposición al gobierno. El muy publicitado obispo auxiliar de Managua, Mons. Silvio Báez, se vio obligado a exiliarse en 2019, y el régimen le despojó de su nacionalidad nicaragüense. Ahora vive en Estados Unidos.
Llamamiento por la paz en Tierra Santa y Ucrania
Muy brevemente, al final del Ángelus, el Papa también hizo un llamamiento a no olvidar "Ucrania, Palestina e Israel, que están en guerra", recordó. "Recemos por la paz", pidió, antes de pasar un rato en silencio con la multitud.
Con la ayuda de María, Madre de Dios, el Papa Francisco pidió a todos los fieles que sean "agentes de paz cada día del nuevo año". Entre los peregrinos presentes en la plaza, saludó a miembros del Movimiento Europeo para la Acción No Violenta, así como a niños polacos y ucranianos que recorrían con su coro los santuarios franciscanos de Italia.