Los peregrinos llevan siglos recorriendo el Camino de Santiago, la antigua ruta de peregrinación a Santiago de Compostela, en el norte de España. En 2023, el Camino acogió a más peregrinos que nunca: la ruta de peregrinación del noroeste de España, que lleva al lugar de descanso de Santiago, batió su anterior récord de 438 mil 300 visitantes anuales.
La oficina de recepción de peregrinos que expide los certificados de peregrinación -la famosa compostela- ha establecido que 446 mil 035 peregrinos llegaron a Santiago de Compostela el año pasado, lo que supone un aumento del 2% respecto a 2022. El mayor contingente procedía de España, con el 44 % de los peregrinos, seguido de Estados Unidos (7,28 %), Italia (6,51 %) y Alemania (5,53 %). Los franceses ocupan el sexto lugar.
Doce siglos de peregrinación
El atractivo de Santiago de Compostela se remonta a hace más de mil años y hunde sus raíces en la leyenda jacobea. Los orígenes de la veneración del apóstol (Santiago es una contracción de Sanctus Iacobus, Santiago en latín) en el norte de la Península Ibérica se remontan al siglo IX. En el año 813 comenzó a circular por Galicia la leyenda de que el apóstol que evangelizó España había sido enterrado en estas mismas tierras, tras ser decapitado en Jerusalén hacia el año 44 d.C. Sus restos, descubiertos en el siglo IX, han atraído a numerosos peregrinos desde la Edad Media, con una época dorada en los siglos XII y XIII.
Aunque la llegada de los viajes modernos ha amenazado con eclipsar los antiguos caminos, en las tres últimas décadas se ha producido un notable resurgimiento de la popularidad de la peregrinación compostelana. El Camino atrae ahora no solo a peregrinos entregados, sino también a aventureros, a no creyentes en busca de sentido y a quienes buscan un descanso del barullo digital. Las visitas papales y acontecimientos internacionales como la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Santiago de Compostela en 1989 han avivado aún más este interés.
Las cifras récord para 2023 hablan por sí solas del atractivo perdurable del Camino. Es un testimonio del anhelo del espíritu humano por la profundidad espiritual y la búsqueda de Dios.