Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, Isidoro del Carmen Mora Ortega, obispo de Siuna, dos seminaristas y quince sacerdotes nicaragüenses han sido liberados, según confirmó el gobierno el 14 de enero de 2024. Estos clérigos habían sido encarcelados en un contexto de represión de la Iglesia católica por el régimen de Daniel Ortega. Según Vatican News, llegaron a Roma y fueron recibidos en el Vaticano.
Durante más de dos años, los católicos nicaragüenses han sido el blanco de la presidencia autoritaria del líder populista de izquierda Daniel Ortega, quien ha acusado a los obispos y al Papa de apoyar a los manifestantes que han estado desafiando su gobierno desde 2018.
El obispo de Matagalapa, Rolando Álvarez, que fue puesto bajo arresto domiciliario en agosto de 2022, fue condenado a 26 años de prisión en febrero de 2023 por su oposición al gobierno. Su juicio se aceleró después de que se negara a subir al avión que iba a deportarlo a Estados Unidos con 220 presos políticos privados de su ciudadanía.
El Papa Francisco defendió públicamente su caso durante el Ángelus del 12 de febrero de 2023. "Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido", dijo desde la Plaza de San Pedro. Y continuó: "No puedo dejar de mencionar con preocupación al obispo Rolando Álvarez, de Matagalpa, a quien aprecio mucho, condenado a 26 años de prisión, y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos".
El segundo obispo liberado, Monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, había sido detenido el 20 de diciembre. Todos los presos liberados, a excepción de uno que permaneció en Venezuela, han llegado a Roma en las últimas horas y han sido recibidos por la Santa Sede, según Vatican News.
Dos llamamientos recientes del Papa
Desde principios de 2024, el Papa Francisco, a menudo criticado por su discreción respecto a la persecución de la Iglesia en este país centroamericano, ha lanzado dos llamamientos en favor de la paz.
El 8 de enero, ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el jefe de la Iglesia católica expresó su preocupación por la "muy preocupante" situación en Nicaragua, pidiendo la apertura de un "diálogo diplomático respetuoso". El Nuncio Apostólico fue expulsado del país en marzo de 2022, y la Nunciatura fue cerrada un año después.
"Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de libertad", dijo el Papa durante el primer Ángelus del año, el 1 de enero. Expresó su "cercanía en la oración" a los familiares de los cautivos y a "toda la Iglesia en el país", y deseó que "se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades".
El destacado obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, se vio obligado a exiliarse en 2019, y el régimen le despojó de su nacionalidad nicaragüense. Ahora vive en Estados Unidos.