"Hay relaciones que van mal, pero hay un amigo que está más cerca que un hermano", leemos en (Pr. 18, 24). La amistad se define como un fuerte vínculo de afecto entre dos personas. A veces se dice que uno elige a sus amigos, no a su familia. Otros dicen: "Este amigo es como un hermano para mí".
¿Qué es lo que hace que consideremos a alguien parte integrante de nuestra familia cuando genéticamente no lo es? Hay muchas similitudes entre la amistad y la fraternidad. He aquí cómo el amor fraternal puede experimentarse mucho más allá del vínculo de sangre:
1VALORES MORALES COMPARTIDOS
En primer lugar, un amigo es alguien con quien se comparten principios y valores, y con quien se tienen normas comunes. Esto es muy similar al vínculo fraternal, que implica compartir valores morales. Al igual que con un hermano o una hermana, coincidimos en ciertas normas de conducta y principios éticos adquiridos a través de la educación o la experiencia.
2UNA NOCIÓN DE PROXIMIDAD
A medida que la vida avanza, se desarrolla una cierta intimidad con nuestros amigos. Al igual que con nuestros hermanos y hermanas, compartimos secretos y confidencias y nos atrevemos a ser vulnerables. A menudo es con nuestros amigos con quienes tocamos el piano, experimentamos nuestros primeros fracasos y éxitos, nos enamoramos y pasamos por malos momentos: los momentos en los que, como suele decirse, reconocemos a nuestros verdaderos amigos.
3RECUERDOS COMPARTIDOS
El tiempo pasa y los acontecimientos memorables se suceden. La creación de sentimientos viene acompañada de la creación de recuerdos compartidos. Poco a poco, vivimos con nuestros amigos experiencias impactantes que quedan grabadas en nuestra mente y nuestro corazón. Esto crea vínculos, anécdotas y un pasado compartido.
Vamos juntos por la vida, como hermanos y hermanas que se enfrentan a ella, dándose apoyo y motivación. Al final, compartimos las mismas referencias, como miembros de una misma familia que han crecido juntos.
4DISCUSIONES Y DECEPCIONES
Cuando se habla de relaciones entre hermanos, también se habla de discusiones… Con un amigo tan íntimo, seguro que hay momentos de tensión. Puede que incluso te sientas decepcionado o herido. El perdón y las explicaciones están a la orden del día, pero es precisamente cuando la amistad es tan fuerte cuando encontramos un rasgo de carácter esencial: la humildad.
Cuando queremos a un amigo como a un hermano estamos dispuestos a escuchar y aceptar disculpas, o incluso a disculparnos nosotros mismos cuando tenemos la culpa. Pero son precisamente estos argumentos, y nuestra capacidad de perdonar, los que nos harán darnos cuenta de la importancia de esta amistad, que es intensa a pesar de la ausencia de un vínculo de sangre.
5AMOR Y CONFIANZA
Por último, la diferencia entre "simple amistad" y "amistad fraternal" también radica en los sentimientos que experimentamos. Cuando consideramos a un amigo como un hermano o una hermana, es claramente amor.
Confiamos plenamente en ellos, mientras que puede que no ocurra lo mismo con nuestros verdaderos hermanos y hermanas. ¿Por qué? Porque, como dice el refrán, elegimos a nuestros amigos, no a nuestra familia.
Para terminar, recordemos esta cita de Montesquieu, un filósofo que ya había reflexionado sobre la cuestión:
No son solo los lazos de sangre los que forman el parentesco, sino los del corazón y los del intelecto".