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En una sincera revelación en el acto de la Marcha por la Vida de la Costa Oeste de San Francisco, Kaya Jones, ex miembro de The Pussycat Dolls, compartió valientemente su trayectoria, haciendo hincapié en el profundo impacto de sus primeras decisiones vitales.
A los 16 años se sometió a su primer aborto, y describió las secuelas como si "alguien me hubiera quitado algo que siempre había pertenecido a mi cuerpo". También señaló que no tiene una tumba que visitar donde llorar al hijo que abortó, y que nunca sabrá la fecha de nacimiento o muerte del bebé.
Al reflexionar sobre el vacío que dejan la fama y la riqueza, Jones se sinceró en el video que figura a continuación:
Por mucho dinero que tenga, por mucha fama que reciba... nada de eso me devolverá a mis hijas".
A pesar del enorme éxito de las Pussycat Dolls, con 50 millones de singles vendidos en todo el mundo y un Grammy en su haber, el arrepentimiento persistía.
La canadiense recordó un momento crucial durante una actuación, cuando la admiración de dos niñas provocó una revelación:
El Señor las utilizó para hablarme aquel día. Esa convicción... me llegó al corazón".
La convicción que sintió aquel día le hizo replantearse la imagen promiscua que proyectaba a sus fans, lo que la llevó a una reflexión espiritual más profunda.
La lucha espiritual
La mujer de 39 años también habló de la lucha espiritual que rodea al aborto, afirmando: "No es una broma. No es un juego. El espíritu del que me libró es un espíritu anticristo".
A continuación habló de la necesidad de empatía, haciendo hincapié en el trauma emocional y mental que puede persistir tras un aborto, pero también destacó la importancia del perdón de Dios.
Con convicción, Jones se dirigió al público, instando a rezar por los contramanifestantes, subrayando que quizá no comprendan la gravedad de abortar a seres "hechos a imagen de Dios".
Y en una poderosa declaración, afirmó:
Cuando abortas a un niño, estás matando un pedazo de Dios. Estás siendo literalmente las manos y los pies de Satanás".
Jones, que ya había compartido su arrepentimiento por el aborto en el podcast Students for Life Speak Out, sigue hablando, reconociendo su pasado como un testimonio para inspirar el cambio y la comprensión en el actual debate sobre el aborto.
