"Tantas víctimas, tantos heridos, tanta destrucción, tanta angustia, tantas lágrimas", lamentó el Papa Francisco durante el Ángelus del 25 de febrero de 2024, al cumplirse dos años de la invasión rusa de Ucrania. El jefe de la Iglesia católica abogó "por el restablecimiento de esa pequeña humanidad que cree las condiciones para una solución diplomática en la búsqueda de una paz justa y duradera".
Asomado a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco conmemoró "con dolor" el segundo aniversario del inicio de la "guerra a gran escala en Ucrania", un conflicto que se desarrolla durante "un período que se está haciendo terriblemente largo y cuyo final aún no se vislumbra", se entristeció.
"Es una guerra que no solo está devastando esta región de Europa, sino que está desencadenando una ola mundial de miedo y odio", analizó ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro el domingo.
Renovando su profundo afecto por el "martirizado pueblo ucraniano y rezando por todos", el Papa Francisco pidió un impulso de humanidad para crear las condiciones de una paz justa y duradera.
Su trabajo por la paz
Desde el 24 de febrero de 2022, el Papa no ha cesado de abogar por la causa de la paz, utilizando todas las fuerzas a su disposición: espirituales, ecuménicas y diplomáticas. Al día siguiente de la invasión de Ucrania, acudió en persona a la embajada rusa ante la Santa Sede para pedir el fin de la guerra. Fue en vano.
El capellán del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, que ha estado siete veces en Ucrania, dijo que se habían entregado 240 camiones de ayuda humanitaria a Ucrania desde el comienzo de la guerra. El prelado polaco, que probó suerte con el tiro durante una misión en la ciudad de Zaporijia, publicó el viernes un artículo en los medios de comunicación vaticanos titulado: "Señor, te pido humildemente el milagro de la paz en Ucrania".