"Un hermano", "un niño prodigio de la teología", "un hombre humilde": el Papa Francisco rinde un vibrante homenaje a su predecesor en un libro-entrevista al vaticanista español Javier Martínez-Brocal, publicado en español por ediciones Planeta en abril 3 bajo el título El Sucesor.
Cónclave 2005: Ratzinger, el "candidato" del cardenal Bergoglio
En un extracto hecho público el 31 de marzo por el diario ABC , Francisco revela que en 2005 el cardenal Joseph Ratzinger era su "candidato".
"Él era el único que podía ser Papa en ese momento. Después de la revolución de Juan Pablo II, que había sido un pontífice dinámico, muy activo, con iniciativa, que viajaba... lo que hacía falta era un Papa que pudiera mantener un sano equilibrio, un Papa de transición", justifica el Papa Francisco, furioso por haber sido explotado por un grupo de cardenales que promovían su candidatura para constituir una minoría de bloqueo contra el cardenal alemán. "Si hubieran elegido a alguien como yo, que causa tanto desorden, no habría podido hacer nada", admite.
"Un hombre delicado"
Benedicto XVI era "un hombre delicado, pero no era débil, era fuerte", recuerda Francisco, recordando, sin embargo, que había "sufrido" por quienes lo rodeaban y que supuestamente le obstaculizaban sus actividades. Dice que logró, con un grupo de cardenales latinoamericanos, invitarlo a la reunión de Aparecida en 2007, en contra del consejo de la Curia. Además, explica que recibió como una importante señal de confianza personal la decisión de Benedicto XVI de mantenerlo en el cargo de arzobispo de Buenos Aires después de cumplir 75 años, el 17 de diciembre de 2011, mientras ciertos funcionarios de la Curia querían acelerar su partida.
"En la Curia había algunas personas que estaban contra mí de forma un tanto exagerada. Por ejemplo, en la congregación para los Obispos (…). Tenían incluso el nombre del nuevo arzobispo de Buenos Aires que me sustituiría", revela el Papa Francisco, evasivo sobre las causas de esta desconfianza.
Una estrecha relación al inicio de su pontificado
El Papa vuelve también a los inicios de la convivencia entre los dos hombres tras el regreso de Benedicto XVI al Vaticano en mayo de 2013: "Es un hombre que, al principio, venía aquí a comer conmigo. Él vino aquí o yo vine al monasterio a comer con él. Su cocinero hizo filetes jugosos. Con demasiado picante, pero muy bueno", dice con humor el pontífice argentino. Precisa que durante los primeros consistorios de su propio pontificado estuvo presente Benedicto XVI, "vino a las ceremonias. Pero luego, poco a poco, se enfermó y vivió cercado, y ya no pudo salir de su residencia".
Mons. Gänswein, ¿un secretario entrometido?
En ciertos pasajes del libro, el Papa Francisco sugiere que Benedicto XVI se vio obstaculizado en sus relaciones por su secretario, el obispo Gänswein. Francisco cuenta esta anécdota:
"El Papa era amigo íntimo de su ex secretario, Josef Clemens. Algunos domingos, sobre las cinco de la tarde, iba a ver a Clemens, quien le preparaba la cena…. Dicen que cocina muy bien. Allí ambos charlaron, cenaron juntos, etc. Hacia las 20 horas, la reunión terminó y Benedicto regresó a casa. Bajo un pretexto u otro, estas cenas cesaron. Tanto es así que un domingo Benedicto llamó a Clemens y le dijo: 'Puedo llamarte ahora porque Don Georg no está'. Es como si, para no ofender a sus compañeros, incluso evitara llamar".
La despedida de Francisco a su predecesor
El Papa Francisco da detalles de su visita el 28 de diciembre de 2022 a la cabecera de la cama de su predecesor, cuya muerte acababa de anunciar en la Audiencia General.
"Benedicto estaba tendido en la cama. Todavía estaba consciente, pero no podía hablar. Me miraba, me daba la mano, escuchaba lo que le decía, pero no podía pronunciar palabra. Me quedé con él así un rato, mirándole y cogiéndole la mano. Recuerdo perfectamente sus ojos claros… Le dije unas palabras amables y le bendije. Luego nos despedimos y me fui".