¿Cómo pintamos hoy la escena de la Anunciación? ¿Deben María y el ángel Gabriel vestirse con ropas contemporáneas, o deben caracterizarse de la forma en que han sido retratados a lo largo de los siglos? Y, sobre todo, ¿cómo expresar los sentimientos que María experimentó en aquel momento, crucial en la historia de la salvación? ¿Y cuáles eran esos sentimientos: había en ella más sorpresa o calma y confianza?
Estas y otras muchas preguntas se plantearon los artistas que participaron en el insólito proyecto "Pintar de nuevo el catolicismo", en el cual prepararon pinturas contemporáneas para ilustrar la Anunciación, el primer Misterio Gozoso del Santo Rosario.
Los organizadores -Teología Política, la Fundación San Nicolás y el Instituto de Cultura San Juan Pablo II del Angelicum de Roma- han invitado a participar en el proyecto a diez destacados artistas polacos contemporáneos. Se trata de: Ignacy Czwartos, Jacek Dłużewski, Wojciech Głogowski, Jacek Hajnos OP, Krzysztof Klimek, Jarosław Modzelewski, Bogna Podbielska, Beata Stankiewicz, Grzegorz Wnęk, Michał Żądło.
Cada uno de los pintores recibió el encargo de preparar dos versiones del cuadro: una para el espacio sagrado y otra para la devoción privada.
Esto nos sobrepasa, pero no nos frena
Las obras dedicadas a la Anunciación constituyen la segunda etapa del proyecto. La primera etapa produjo pinturas de Jesús Misericordioso. La empresa intenta reavivar el arte sacro contemporáneo, reconstruir los mecanismos del mecenazgo eclesiástico y estimular el debate sobre el arte cristiano. El proyecto se extendió a lo largo de un año. Culminó con una exposición en el sótano de la catedral de Varsovia-Praga en noviembre de 2023.
Dariusz Karłowicz, iniciador de la empresa, declaró en la reunión inaugural del proyecto: "Para no perder de vista lo más importante, hemos partido del centro mismo: de la misericordia de Dios. Seguiremos por el camino de los misterios del rosario. Hay mucho en lo que pensar, maravillarse y dar gracias. Sé que es un enorme desafío espiritual, intelectual y, por supuesto, pictórico. Está claro que nos sobrepasa, pero, al fin y al cabo, eso no nos exime de nada"."La Encarnación exige representación, y por eso el arte se desarrolló junto con el desarrollo de la Iglesia", dijo el filósofo, teólogo y poeta Rev. Prof. Jan Sochoń durante una conferencia sobre el proyecto. Una obra de arte puede introducir una experiencia religiosa.
El arte es un lugar teológico, una forma de acercarse al misterio, que siempre sigue siendo un misterio", añadió.