«¿Qué es la fe?», se preguntó el Papa Francisco durante su audiencia general del 1 de mayo de 2024. Explicando que ser cristiano no es ante todo una cuestión de «cultura» o de «valores», el pontífice argentino explicó que la fe es un «don de Dios» que hay que acoger y pedir, una virtud que no se opone a la «inteligencia» o a la «razón».
Tres días después de su viaje a Venecia, el Papa Francisco continuó su ciclo de catequesis sobre las virtudes ante varios miles de personas reunidas en el Aula Pablo VI del Vaticano. Centrado esta semana en la «fe», la «virtud que hace al cristiano», el Papa recordó que la fe es «el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios».
El gran enemigo de la fe no es la inteligencia...
«Ser cristiano no es ante todo aceptar una cultura, con los valores que la acompañan, sino acoger y apreciar un vínculo entre uno mismo y Dios», insistió el jefe de la Iglesia católica. Queriendo romper con otra idea preconcebida que «algunos desgraciadamente» siguen repitiendo, afirmó que «el gran enemigo de la fe» no es «la inteligencia» ni «la razón», sino «el miedo».
Dirigiéndose a los padres, el Papa dijo que la fe es «el don que hay que pedir para los hijos», en particular a través del sacramento del bautismo. Con la fe, dijo, «los padres saben que, incluso en medio de las pruebas de la vida, su hijo no se ahogará en el miedo. Saben también que, cuando dejen de tener un padre en esta tierra, seguirán teniendo un Padre Dios en el cielo, que nunca les abandonará».
Durante su enseñanza, el Papa sugirió a los fieles que meditaran sobre algunos de los grandes testigos de la fe en Dios: Abraham, que se puso en camino «como si viera lo invisible»; Moisés, que aceptó la «voz de Dios» incluso cuando «más de una duda podía sacudirle»; y la Virgen María, que se puso en camino con Dios «por un camino del que no conocía ni la ruta ni los peligros».