La Iglesia venera a numerosos santos cuyos carismas pueden ser de gran ayuda para quienes desean (re)encontrar y asegurar una hermosa armonía familiar en todas las circunstancias
Hijos imprudentes, una suegra molesta, un marido estresado, exámenes que hay que aprobar,… Para afrontar las pruebas diarias, toda familia necesita santos patrones a los que consagrarse y a los que pedir ayuda. Desde San Spiridon a Santa Matilde, pasando por San Amable, descubre nuestra selección de santos a los que puedes rezar solo o en familia.
San Espiridón de Tremitunte, (12 de diciembre)
Para hacer callar a los niños cuando es demasiado temprano, lo mejor es dirigirse a san Espiridón (270- 348), obispo de Chipre. Con una simple señal de la cruz, hizo que los cantantes de su iglesia, que cantaban a todo pulmón, se quedaran afónicos.
San Casiano de Imola (13 de agosto)
Los padres agobiados pueden invocar a san Casiano (240-303). Este maestro fue condenado al martirio por negarse a adorar ídolos. El juez ordenó a sus pupilos que lo perforaran hasta la muerte con sus punzones.
San Adelfo de Remiremont (11 de septiembre)
Si los niños son una fuente de preocupación para los padres, pueden ser encomendados a san Adelfo. Este sabio abad del monasterio de Habendum en el siglo VII fue capaz de enderezar a muchos malhechores.
Santa Matilde de Ringelheim (14 de marzo)
Si santa Mónica (331-387) es muy invocada por las madres porque tuvo que soportar mucho por parte de su hijo Agustin, no debemos olvidarnos de dirigirnos a santa Matilde (896-968). Esposa del Rey de Germania Enrique el Pajarero, fue completamente arruinada por sus hijos cuando se quedó viuda.
Santa Francisca Romana (9 de marzo)
Para soportar a una suegra con un carácter desagradable, hay que invocar a santa Francisca Romana (1384-1440) que tuvo que soportar a la suya -de armas tomar- durante cuarenta años.
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San Ambrosio Sansedoni (20 de marzo)
Para combatir el miedo a los exámenes, hay que respirar profundamente e invocar a san Ambrosio de Siena (1220-1286), compañero de Tomás de Aquino. Se dice que era capaz de responder a cualquier pregunta.
San Arsenio, el Grande (8 de mayo)
Además de los ángeles de la guarda y de san Nicolás, patrón de los alumnos, los pequeños pueden confiar en san Arsenio (350-449), tutor de los hijos del emperador Teodosio el Grande, que hizo que los recalcitrantes se interesaran por los estudios.
San Guillermo Firmat (24 de abril)
Los niños que tienen dificultades para compartir pueden ser confiados a san Guillermo (1026-1103), un médico de Tours que había acumulado una considerable fortuna y que una noche creyó oír ruido en su casa. Bajó de puntillas y vio al diablo durmiendo en su caja fuerte. Al día siguiente distribuyó todas sus posesiones a los pobres y regresó a la Abadía de Savigny.
San Gontran (28 de marzo)
Se puede invocar a san Gontran (532-592) durante las peleas familiares. Rey de Borgoña, nunca dejó durante su vida de restaurar la paz entre sus hermanos y sobrinos que estaban en estado de guerra constante.
San Gil (1 de septiembre)
Los niños se dormirán bajo la guardia de san Gil (640-720), para luchar contra el miedo y las pesadillas. Este ermitaño, que vivió durante muchos años en pleno bosque, vivió noches inquietantes en la oscuridad, en medio de la naturaleza.