¿Tiene la amistad un papel crucial en la relación de pareja? ¿Será la roca sobre la que se construye el amor de la pareja o simplemente lo que queda, en el mejor de los casos, cuando el fuego de la pasión se ha apagado?
Algunas personas no quieren oír hablar de amistad cuando hablan de su relación amorosa porque sienten que el amor no debe confundirse con la amistad. Otros, por el contrario, tienen una sonrisa brillante y cómplice respecto a este “hermoso vínculo”. ¿Hay algún malentendido sobre la noción de amistad dentro de la pareja?
La amistad en el matrimonio proviene del amor
Los sabios griegos tenían cuatro palabras para describir el amor:
- EROS: amor sexual
- PHILIA: amor de amistad
- STORGÊ: amor familiar
- AGAPE: amor de dedicación y entrega
El matrimonio cristiano, que une indefectiblemente a un hombre y a una mujer bajo la mirada de Dios, tiene la particularidad de poder desarrollar estas cuatro formas de amor.
La amistad en el matrimonio nace de esta filiación que Aristóteles, en la ‘Ética a Nicómaco’, llama “el afecto que hace que amemos a un ser por lo que es, y no por lo que puede aportarnos“. Si somos capaces de amar a un amigo de manera tan desinteresada, ¿por qué no ser al menos igual de desinteresados con nuestro cónyuge, con el que estamos unidos para toda la vida?
“Mi cónyuge es mi mejor amigo”
Concretamente, se tratará de prestar una gran y fina atención al otro, de desarrollar y agudizar la mirada que tenemos sobre él (ella), de profundizar nuestro conocimiento íntimo de él (ella). Saber lo que le gusta o no le gusta, acoger sus esperanzas, sueños y proyectos, pero también sus miedos y fragilidades, sus entusiasmos y su melancolía.
Una pareja que se ama y que además comparte una hermosa amistad sabe evitar ciertos temas que no tienen un impacto directo en su vida de casados, pero que les enfada y no tienen solución. También saben cómo mirar las debilidades del otro con un ojo misericordioso. Una cercanía llena de ternura.
Si puedes decir “mi cónyuge es mi mejor amigo”, significa que el cónyuge que has elegido es el amigo que mejor conoces y que mejor te conoce, con quien puedes contar y que no te juzga. Y con quien deseas compartir tus esperanzas y elaborar proyectos comunes.
¿No es la amistad conyugal esa fuerza de amor que puede llevarnos a dar la vida por nuestro cónyuge, como nos exhortan los apóstoles Juan (Jn 15:13) y Pablo (Ef 5:25)?
Marie-Noël Florant (Asesora matrimonial y familiar)