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Nuestros hijos son nativos digitales; nosotros, en cambio, nos hemos adaptado poco a poco, una red social a la vez. Hay que comprender que, al estar rodeados desde temprana edad por las nuevas tecnologías, redes sociales y medios de comunicación masiva, han desarrollado otra manera de pensar, un lenguaje distinto y una novedosa manera de conocer el mundo.
Lejos de escandalizarnos ante esta realidad, o tratar de evitarla, debemos aceptarla y ayudar a nuestros hijos a navegar en este mundo digital. Aquí hay siete virtudes que podemos enseñarles a desarrollar también en las redes sociales:
1Prudencia
Todo lo que se dice en redes sociales queda allí para siempre. Es importante que nuestros hijos sean capaces de pensar antes de publicar alguna opinión, comentario o información personal. Las redes sociales no se pueden convertir en un diario en el que vacían todas sus intimidades y opiniones. Es bueno enseñarles a medir las consecuencias de lo que publican antes de hacerlo.
2Lealtad
No solo con sus amigos, también con su escuela, maestros, compañeros o familia. Muchas veces los jóvenes no se dan cuenta de que un comentario sarcástico o hiriente puede herir a las personas que tenemos cerca, o incluso dañar a las instituciones de las que formamos parte. Debemos hacerles entender que los problemas con las personas cercanas deben ser resueltos cara a cara y no ventilarlos en una red social a la vista de todo el mundo.
3Coherencia
Los jóvenes deben saber que su identidad digital es parte de cómo son vistos en el mundo de hoy. Es perjudicial usar su nombre en las redes para hacer lo que nunca harían en persona, o para decir las cosas que tienen miedo a decir cara a cara. Su identidad es una dentro y fuera de las redes y así debe ser reconocido por ellos y por los demás.
4Caridad
Hay muchas maneras de hacer el bien con las nuevas tecnologías. Tratemos de enseñarles a aprovechar las redes y su gran alcance para desarrollar ideas grandes que sirvan para ayudar a los demás. Así como mucha gente usa las redes para compartir contenidos inapropiados, nuestros hijos pueden ser algunos de los que las usan para hacer el bien, para ayudar a los más necesitados, alertar a otras personas de injusticias o simplemente para alegrar la vida a unos cuantos.
5Autenticidad
Para ser auténticos nuestros hijos deben conocerse y saber que, aunque en este mundo digital los likes y seguidores pueden parecer lo más importante, en realidad es más valioso ser auténtico y no traicionar nuestra identidad o valores por tener un mayor impacto en las redes. La autenticidad también implica entender que la vida hay que vivirla, no solo publicarla, y que detrás de una cuenta de Instagram perfectamente cuidada, probablemente hay una persona, como nosotros, que tiene problemas, conflictos y situaciones un tanto desagradables. ¡nadie tiene una vida perfecta... mas que en redes sociales!
6Sencillez
TikTok tras Tiktok, post tras post, los influencers y creadores de contenido se dedican mostrar lo que tienen, a reseñar productos, compartir promociones o descuentos en tiendas de moda y exhibir un estilo de vida que, por supuesto, es atractivo para cualquiera. Esto, sin un criterio, fácilmente puede conducirlos al materialismo o la avaricia; por ello, es importante que comprendan que el valor de una persona no está relacionado con sus pertenencias, ni es más feliz quien tiene más dinero.
7Esperanza
Una de las tres virtudes teologales. Con esperanza logramos sobreponernos a las adversidades del presente porque confiamos en un mejor futuro. En medio de tantas circunstancias dolorosas que se viven en el mundo actualmente, es fácil caer en el desánimo o el miedo. Sin embargo, es posible compartir el dolor de quienes sufren sin sentirnos perdidos. Además, pueden ser, ellos mismos, luz de esperanza para otros a través de sus redes sociales.