Anualmente en la fiesta de los santos Pedro y Pablo, el 29 de junio, es tradición que el Papa otorgue los arzobispos metropolitanos (los que supervisan las diócesis o las arquidiócesis que son las más grandes de su provincia eclesiástica) el palio.
Se trata de una vestimenta parecida a una bufanda blanca que se usa sobre la casulla del obispo.
El palio es una vestimenta litúrgica que data del siglo IV y finalmente se asoció a los obispos.
Por el siglo XI, los arzobispos metropolitanos tenían que pedir permiso al Papa para usarlo.
Esto se convirtió en una celebración anual. Ahí los arzobispos recién nombrados de todo el mundo viajarían a Roma y recibirían el palio del Romano Pontífice.
De Roma a casa
En 2015, el papa Francisco determinó que el Papa ya no impusiera formalmente el palio a los obispos en Roma.
En cambio, ahora esos obispos viajan a Roma para la fiesta de los santos Pedro y Pablo. Ese día el Papa bendice los palios en la misa (después de haberlos dejado durante la noche en la tumba de san Pedro bajo el altar de la Basílica de San Pedro) y los presenta en privado a cada nuevo obispo metropolitano.
Los obispos luego vuelven a sus propias diócesis. En ellas el nuncio papal les otorga formalmente el palio en una misa especial en la catedral de casa.
Esto enfatiza la importancia de la diócesis local y permite que muchas más personas cercanas al obispo participen en la celebración.
El rico simbolismo del palio
El simbolismo del palio es rico en significado.
En primer lugar, los palios están hechos de lana de corderos que se presentan en la fiesta de santa Inés de Roma (21 de enero). El nombre de esta santa se asoció con la palabra latina para cordero (agnus).
Dos corderos son tradicionalmente bendecidos por el Papa ese día.
Y luego el Jueves Santo se corta la lana de las ovejas. La Oficina de Celebraciones Litúrgicas explica en qué se convierte esa lana:
"Faja recta de material de casi cinco centímetros ... curvada en el centro, lo que le permite que descanse sobre los hombros sobre ... la casulla y con dos solapas negras que caen al frente y detrás. ... Está decorada con seis cruces de seda negra, una en cada extremo y cuatro en la parte curva, y está decorada en la parte delantera y trasera, con tres alfileres de oro y joyas (acicula)".
Lana de oveja perdida
El papa Benedicto XVI habló sobre el significado del palio en su primera homilía como Papa, diciendo:
"El simbolismo del palio es aún más concreto: la lana del cordero está destinada a representar a las ovejas perdidas, enfermas o débiles que el pastor coloca en su hombros y lleva a las aguas de la vida".
Pastor de Cristo
El palio destaca el papel del obispo como pastor y le recuerda el "yugo" de Cristo que está llamado a llevar.
Esto se enfatiza aún más con las seis cruces que adornan el palio. Recuerdan las muchas cruces que el obispo debe llevar como discípulo de Cristo.
Además, dado que el palio está tradicionalmente conectado al papado, refuerza la unidad de los obispos.
El papa Benedicto XVI habló sobre esto en una homilía pronunciada en 2011 en la fiesta de los santos Pedro y Pablo:
"[El palio] significa que debemos ser pastores para la unidad y en la unidad, y que es solo en la unidad representada por Pedro como realmente guiamos a las personas a Cristo".
Entonces, el palio es una vestimenta físicamente ligera que usan los obispos sobre sus hombros, sí. Pero les recuerda el peso de sus deberes y la responsabilidad que tienen de buscar y servir a las ovejas perdidas.