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Una legisladora finlandesa y un obispo fueron absueltos el miércoles de cargos de discurso de odio. Les habían acusado por unas declaraciones basadas en su fe relacionadas con la homosexualidad .
Se trata de Päivi Räsänen, una médico de 62 años que fue ministra y ha servido en el parlamento finlandés desde 1995 y de Juhana Pohjola, obispo de la diócesis de la Misión Evangélica Luterana de Finlandia.
Los dos enfrentaron cargos por un panfleto que enseñaba que el comportamiento homosexual es contrario a la religión cristiana.
Tribunal evita interpretar la Biblia
Un tribunal de distrito de Helsinki desestimó por unanimidad los cargos y dijo que no le corresponde interpretar conceptos bíblicos.
El juzgado condenó a la fiscalía a pagar más de 60.000 euros en costes judiciales y le dio siete días para apelar la sentencia.
Räsänen, exministra del Interior, había sido acusada de “discurso de odio” por compartir sus puntos de vista, basados en la fe, sobre el matrimonio y la ética sexual en un tuit en 2019, un debate de radio el mismo año y un panfleto en 2004.
El obispo Pohjola enfrentó cargos por publicar el folleto de Räsänen para su congregación hace más de 17 años.
La sólida carrera de Räsänen
En un tuit de 2019, Räsänen cuestionó por qué los directivos de la Iglesia luterana finlandesa, de la que es miembro activo, patrocinaron un evento LGBT, "Pride 2019".
Su publicación en las redes sociales incluía versículos de la Biblia que condenan los actos homosexuales como pecaminosos.
El tuit dio lugar a investigaciones contra Räsänen, que descubrieron un panfleto de la Iglesia que había escrito hace casi 20 años.
En abril de 2021, el fiscal general de Finlandia presentó tres cargos penales contra Räsänen.
Ella fue presidenta de los demócratas cristianos de 2004 a 2015 y ministra del Interior de 2011 a 2015.
Dos de los tres cargos a los que se enfrentó Räsänen se produjeron después de que la policía hiciera fuertes recomendaciones de no continuar con el juicio.
Las declaraciones de Räsänen tampoco violaron las políticas de Twitter ni de la emisora nacional, por lo que permanecieron disponibles en sus plataformas.
Libertad de expresión
El juicio se llevó a cabo durante dos días, el 24 de enero y el 14 de febrero. La acusación interrogó al obispo y a Räsänen sobre su teología y alegó que el uso de la palabra “pecado” puede ser “perjudicial”.
La defensa argumentó que declarar culpable a Räsänen dañaría significativamente la libertad de expresión en Finlandia.
Lo que dijo y escribió Räsänen fue una expresión de la enseñanza cristiana, dijo la defensa.
El tribunal, en su fallo de 30 páginas, reconoció que, si bien algunos pueden oponerse a las declaraciones de Räsänen, “debe haber una razón social primordial para interferir y restringir la libertad de expresión”.
El Tribunal concluyó que no había tal justificación.
Preocupación y agradecimiento
“Estoy muy agradecida de que el tribunal haya reconocido la amenaza a la libertad de expresión y haya fallado a nuestro favor”, dijo Räsänen después de su victoria.
El caso atrajo la atención internacional. Varios senadores de EE. UU. escribieron una carta dirigida a Rashad Hussain, Embajador General de EE.UU. para la Libertad Religiosa Internacional, expresando su preocupación por el enjuiciamiento “alarmante” de Räsänen.
“Estamos muy preocupados de que el uso de la ley finlandesa de incitación al odio sea equivalente a una ley secular de blasfemia”, escribieron los senadores.