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Niños con ansiedad: por qué es tan importante el diagnóstico temprano

SAD, CHILD, PUNISHMENT

Niña triste.

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Ricardo Sanches - publicado el 15/05/22
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Ante el aumento de casos de ansiedad entre los pequeños, una institución estadounidense recomendó que los niños se sometan a una evaluación profesional, incluso sin síntomas

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Recientemente, un brote de ansiedad colectiva que afectó a los adolescentes de una escuela en Recife, PE (Brasil), dejó a los padres en estado de alerta. Veintiséis jóvenes que se encontraban en la escuela tuvieron que ser atendidos rápidamente por profesionales de Samu. Los estudiantes reportaron síntomas como temblor, crisis de llanto, taquicardia y dificultad para respirar.

En el interior de São Paulo, otro caso preocupante: nueve adolescentes mutilaron sus propios cuerpos con una hoja de afeitar. Se escondieron en el baño de la escuela y se lesionaron tras denunciar “soledad y tristeza”. El caso también fue considerado un brote de “ansiedad colectiva”.

Los números de la ansiedad

Una encuesta realizada por la Secretaría de Educación del Estado de São Paulo en 2021 muestra que dos de cada tres alumnos de 5º y 9º grado de la enseñanza primaria y del 3º grado de la enseñanza media en escuelas públicas tienen síntomas de depresión y ansiedad.

El estudio también reveló que otro 18,8% de los encuestados se siente totalmente agotado y bajo presión, mientras que otro 18% dijo que pierde el sueño debido a las preocupaciones. Además, el 13,6% de los jóvenes manifestó no tener confianza en sí mismo.

Una encuesta publicada por la revista científica JAMA Pediatrics muestra que, desde enero de 2016 hasta marzo de 2022, el número de niños diagnosticados con ansiedad aumentó un 29%.

La importancia del diagnóstico precoz

El creciente número de casos de ansiedad entre niños y adolescentes ha llevado al Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos a recomendar que todas las personas entre 8 y 18 años -incluso sin síntomas- se sometan a una evaluación con un profesional para saber si tienen ansiedad o depresión.

Este grupo de trabajo cuenta con el apoyo del gobierno de los EE. UU., pero no tiene poder regulatorio. Aun así, los médicos suelen seguir las recomendaciones de la institución.

"Afortunadamente, hemos descubierto que evaluar la ansiedad y la depresión en niños mayores es efectivo para identificar estas afecciones", dijo Martha Kubik a Reuters. Martha es miembro del grupo de trabajo y profesora en la Universidad George Mason.

Para la psicóloga clínica brasileña Thaís Ducini, el diagnóstico precoz de la ansiedad infantil es fundamental. “El diagnóstico temprano de un trastorno de ansiedad, por ejemplo, puede prevenir un futuro diagnóstico de depresión. Como los niños están en un proceso de desarrollo muy acelerado, cuanto antes se identifique y se inicie el tratamiento, es menos probable que lo lleven a la edad adulta”, explica la especialista.

El papel de los padres

La investigación, por lo tanto, solo refuerza lo que los educadores, psicólogos y psiquiatras han estado diciendo durante mucho tiempo: los padres debemos prestar más atención a la salud mental de nuestros hijos.

Sin embargo, la ansiedad de los niños puede pasar desapercibida para los padres. Es una condición subjetiva, difícil de expresar para los niños de manera explícita. Por otro lado, también existe cierta resistencia por parte de los padres en relación al diagnóstico. “Algunas familias tienen un estilo de vida muy ajetreado y los padres terminan sin prestar atención a sus hijos, lo que dificulta las cosas. Otra cosa es que muchas familias reconozcan los síntomas, tengan miedo al diagnóstico y terminen por no seguir el tratamiento”, dice la psicóloga Thaís Ducini.

La profesional también da consejos sobre cómo los padres y las madres deben mirar a los niños, para notar cualquier inconveniente. “Hay que observar:

-cómo juega el niño,

-cómo interactúa con sus compañeros,

-cuáles son sus preferencias,

-cómo son sus rutinas de sueño y alimentación. 

También hay que observar si tiene quejas de dolor de vientre, sudoración excesiva, miedo exagerado a algo, palpitaciones sin causa clínica aparente. Estos síntomas pueden ser signos de algún grado de ansiedad”, explica la psicóloga.

Como siempre, la atención de los padres y la búsqueda de ayuda experta marcarán la diferencia en la vida de sus hijos.

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