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Este 12 de octubre no fue uno más para Brasil, pues los devotos pudieron volver a celebrar con alegría la fiesta de la patrona Nuestra Señora de Aparecida luego de dos años de suspensiones por la pandemia del coronavirus.
Es que el santuario ubicado en San Pablo es uno de los santuarios más famosos de América Latina y se viven momentos intensos similares a lo de la Basílica de Guadalupe en México o la Virgen del Luján en Argentina (por presentar dos simples ejemplos).
En efecto, la devoción a la Virgen es tal en América Latina que el hecho de poder volver a abrazarla luego de mucho tiempo de suspensiones genera emoción, lágrimas y agradecimiento.
Y eso fue lo que sucedió, la casa de la patrona de Brasil e llenó de devotos procedentes desde todos los rincones del «gigante sudamericano».
«Ya sea por los corredores del Santuario o de la Pasarela de la Fe , es posible encontrar cientos de historias de fe, agradecimiento y promesas a la Virgen que se encuentran en las aguas del río Paraíba», se publicó desde el portal A12, sitio oficial del santuario mariano en Brasil.
Las imágenes así lo confirman: