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Ernesto Navarro Núñez, tiene 35 años y nació en Guadalajara, México. De cariño en el mundo del barrio y el rap lo conocen como Titino.
En el corazón de Titino ya no hay rencor contra su madre, que lo abandonó a muy temprana edad, y atrás quedaron los días de andar en el mundo del narco. Él era mandadero, vendía y era cobrador. Nunca empuñó un arma ni cometió algo atroz.
Hoy anda por las calles llevando su rap de amor dando esperanza a los niños de la calle en los barrios más pesados de Guadalajara, Jalisco, en México.
Los propios narcos y sicarios, sus antiguos amigos, lo respetan y reconocen por la labor que hace a favor de la sociedad y los niños. Ellos nunca permitieron que se drogara Titino, cosas de la vida.
Esta es la historia de Titino, que un 10 de mayo -día de las madres- en el festival de la escuela, sin mamá, entre lágrimas y un nudo en la garganta no tenía a quién entregar una rosa de regalo. Pero Dios le mandó un milagro…
-¿Por qué razón te llaman Titino?
Porque había un muñequito en México que se llamaba así, y me decían que yo me parecía a él, así que desde que yo tenía 6 años me quedó el apodo de Titino.
-¿Y te gusta que te llamen así?
Sí, estoy más acostumbrado a que me llamen Titino que por mi verdadero nombre. Titino era un muñeco de ventrílocuo, y entretenía a las familias de aquel entonces. Era muy famoso.
-¿Nunca sentiste como bullying que te llamaran así?
No, porque fue por cariño. Nunca fue algo despreciable.
-¿Cuál es la historia de Titino?
Primero explicaré algo de mi vida. Mi padre me abandonó, no lo conozco. Mi madre me decía erróneamente: "No te preocupes, no tienes a tu papá pero tienes a tu mamá".
Y mi mamá, por juntarse con otra pareja, vivía bajo violencia familiar, y a causa de esto me dejó a los 7 años de edad, pues prefirió irse con el hombre que actualmente sigue siendo su compañero.
¡Fue un golpe muy duro para mí ver que tu superhéroe, tu mejor amiga, te está abandonando, te está dejando!
"Me sentía vacío"
Todo ese amor de la vida lo empecé a cambiar por rencor. Me sentía vacío, se hizo un vacío enorme. Yo todavía no conocía a Dios, y cuando alguien no conoce a Dios es el vacío más grande que existe, y no nos llena absolutamente nada.
A lo largo de mi vida conocí a muchas personas increíbles que me marcaron. En la actualidad las tengo bien identificadas, pero en aquel entonces no sabía que habían abonado algo en mi existencia.
Una mamá para el 10 de mayo: mamás desde el cielo
Recuerdo que en un festival del Día de las Madres estaban todas las mamás ahí, y yo sabía que la mía se perdía todos los momentos importantes de mi vida, ¡no estaba ahí mi madre!
Nos tocaba cantar "Señora, señora", y yo ya estaba un poco acostumbrado a que mi mamá no asistiera a esos festivales. Pero ese día la maestra tomó un puñado de rosas y nos dijo: "Lleven una a su mamá".
Yo pensé que se iban a burlar de mí, o iban a preguntarme dónde estaba mi mamá, y uno trata de ocultar toda esa situación. En eso vi que había una señora que se parecía a mi mamá, y decidí darle la rosa a la señora.
Me acerqué, la abracé y le di mi rosa, y la señora empieza a llorar. Ella tenía dos opciones: decirme "no soy tu mamá", o "no te conozco, pero necesitas un abrazo".
Ella me abrazó y eso marcó mi vida. ¿De quién era mamá? No lo sé, pero estuvo ahí, especialmente abrazándome.
-El estar tú solo y no entregarle a nadie la rosa te pudo haber marcado para siempre. Pero, al contrario, estuviste en los brazos de una mamá auténticamente.
Sí. Y después a mi mamá la recuperé. Es lo máximo y hoy hay una relación muy buena entre nosotros. Me costó mucho trabajo entender, y yo le digo a los adolescentes: "No sé cuánto tiempo tengan que esperar, yo esperé más de 20 años para poder entender".
Otra mamá y un ángel
-¿Alguien más te marcó la vida?
La segunda persona que marcó mi vida fue una señora, cuando yo vendía gelatinas en Oblatos, en San Onofre, Guadalajara. Estaba su niño girando en el carrusel y éste le gritaba a su mamá; "¡Adiós, mamá, adiós!", y la mamá le respondía: "¡Adiós, hijo!".
Yo pensaba: "¡Qué cosa! A cada vuelta en el carrusel es un 'adiós, mamá'". Entonces la señora me miró y me preguntó: "¿Te quieres subir?", y yo dije que sí, con gusto.
Me cuidó las gelatinas y me sentó con su hijo, y a la segunda vuelta nos dijo: "¡Adiós, m’hijos!", y yo respondí: "¡Adiós, Doña!". Sentí "chido". Y esa acción de ella quedó marcada para toda mi vida.
Ella no me cuestionó, no me dijo que mis padres eran unos desobligados que me tenían vendiendo gelatinas, o que yo debía estar estudiando. No le echó la culpa a nadie, simplemente accionó.
"Había pensado quitarme la vida"
Y la tercera persona que marcó mi vida fue cuando yo tenía entre 17 y 18 años, cuando yo había pensado quitarme la vida, porque mi vacío existencial ya era enorme.
Yo vendía ropa en un mercado muy famoso de Guadalajara, el San Juan de Dios. Era ropa de "cholo", que es una ropa muy floja. Yo ya tenía todo planeado, había juntado 5 mil pesos para que me cremaran y me había ido a despedir de mis amigos.
Entonces se acercó un viejito a mi puesto y me preguntó: "¿Tienes pantalones?", y le contesté: "Sólo tengo pantalón de 'cholo'". Me dijo: "Hijo, tú no estás solo. Hay alguien que te ama, ¡búscalo! Y hay muchas personas que te quieren, que te aman, ¡tú no estás solo!."
Yo pensé: "Dije 'cholo', no 'solo'. Él debe haber confundido las palabras". El anciano se dio la vuelta, se metió por un pasillo y pensé asomarme y decirle: "Viva su vida y déjeme vivir la mía", pero luego se me vino a la cabeza: "¿Y si no lo veo, si resulta que es un ángel o una ánima?".
Entonces preferí quedarme con las palabras qué él me había dicho, y empecé a buscar a Dios. Y lo encontré en las diferentes personas, y así me fui acercando a Él, y fui entendiendo mejor el vacío de los adolescentes y jóvenes, y a entender mis propios vacíos existenciales.
Que los jóvenes encuentren a Dios con su rap
Y desde ahí empecé a cantar rap, y fue impresionante porque vi cómo a través de esta música los chavos hacían "clic", porque la música que yo hago trato de que sea realista, que toque los corazones y que le diga a nuestros adolescentes y a nuestros jóvenes que no están solos, que Dios está con ellos y que siempre va a estar ahí.
-¿Entonces hubo conversión? Y, hablando de esas personas que te influyeron en la vida, pareciera que Dios te las puso como si aparecieran de la nada.
Y yo creo que todavía sigo en esta conversión, sigo aprendiendo de Dios, sigo convirtiéndome en lo que Él quiere. Pero sabemos que tenemos fallas pues, como dice san Pablo, somos pecadores, somos personas débiles, pero Cristo es la fortaleza.
Perdón y reconciliación con su mamá
-¿Cómo fue la reconciliación con tu mamá?
Había relación, pero yo sentía enojo contra ella, decía: "¿Cómo es posible que me hayas abandonado?". O sea, permanecía este tipo de rencor, este tipo de odio.
Pero cuando entendí que ella también tenía una historia, que tenía una vida, logré entenderla. Allí me cayó el balde de agua y dije: "¿Quién soy yo para juzgarla, quién soy yo para decirle 'no me des amor'?". A veces es difícil entender el amor.
-¿Y cómo fue el reencuentro?
Las primeras veces que se acercaba, la verdad es que yo estaba muy enojado, molesto, y me mandó una carta y yo le dije que no.
Yo fui después y le dije: "Creo que ya es el momento. Dejemos el pasado atrás. Vivamos juntos, vivamos bien, vivamos a gusto. Lo que pasó, pasó".
Pero para eso yo le pedí mucho a Dios, porque el perdón del ser humano no importa. El ser humano no tiene la capacidad de perdonar, pero Dios sí.
-¿Ella te pidió perdón?
Fue algo mutuo. Nos dimos un abrazo que queda en el recuerdo.
-¿Y por qué te abandonó?
Mi mamá tenía mucho miedo. Estaba con una pareja que la violentaba. Actualmente sigue con la pareja y ya ha cesado la violencia.
-¿A ese hombre le guardas resentimiento?
Antes sí, pero cuando conoces las historias de las personas, vas entendiendo.
La vida entre el narco y el cártel más poderoso
-¿Llegaste a consumir sustancias como drogas y alcohol?
Bendito sea Dios que yo no probé ningún tipo de droga. Las personas con las que me juntaba sí andaban en cosas malas, me inmiscuí con personas que andaban en el narco, pero ellos conocían mi historia y me decían: "¡Si te vemos drogándote, vas a ver! ¡Te vamos a poner una friega!".
Como yo veía que eran malos y que hacían cosas malas, me daba miedo y por eso nunca probé.
-¿Qué hacías con esas personas? ¿Y andabas armado?
Nunca anduve armado, pero siempre estuve acompañando, cobrando y vendiendo, como mandadero.
-¿Estuviste con un cártel?
Sí, y muy metido. Hoy este cártel se transformó en uno de los cárteles más poderosos del estado. Antes no se llamaba cártel Jalisco Nueva Generación.
Estas personas hoy me ven y me dicen: "¡Qué chingón lo que estás haciendo!". Ellos respetan esta parte mientras no intervenga la ley. No concuerdo con sus trabajos, pero yo siempre voy a orar para que Dios los convierta.
El rap y su misión evangelizadora
-¿Cómo expresar a Dios en el rap?
Pues como es, Dios Amor y a través de los valores. Siempre mezclamos a través de los valores el amor, la lealtad, la paz, la tranquilidad. Todo eso representa a Dios.
En particular, yo sí lo menciono, yo sí hablo de Dios. Pero tengo otras canciones porque, cuando me invitan a una escuela pública, de alguna manera tengo que mantener la fe al margen, debido a toda la variedad de creencias que existen. Y ahorita los chavos están peleados con Dios, aunque no lo conozcan, y de alguna manera tenemos que hablar del amor, de la paz.
-¿O sea que los chavos no quieren escuchar de Dios, pero los reclusos sí?
Sí. Es como el meme que dice "qué tristeza que en las cárceles haya Biblia y en la escuela no". En la cárcel puedes hablar con ellos de Dios de una manera abierta, buscando la conversión. Pero en las escuelas sabemos que tiene que ser un rap con conciencia, un rap que hable de no a la violencia, que hable del amor, que hable de los valores. Pero nosotros tenemos muy claro que en los valores se encuentra Dios; Él no se disfraza y Él se encuentra en estos valores.
-¿A cuántos jóvenes estás impactando?
A 600 a la semana.
-¿Cómo? ¿Dónde?
Mandamos un proyecto para apoderarnos de los espacios públicos: parques, unidades deportivas. Pensé en hacer un taller de valores e hicimos mil volantes para invitar, y los repartí bien y con toda la información.
Los primeros cuatro 'chavos'
Llegó el día en la primera comunidad, y tenía más de 60 sillas y no llegó nadie a la hora de la cita.
Cuando estábamos recogiendo las sillas y las mesas para marcharnos, venía bajando una señora con unos niños, y me dijeron mis amigos: "Titino, creo que vienen para acá", y yo les dije que no creía.
Pero sí se acercó la señora, preguntó por los talleres y me dijo: "Es que te traigo a estos niños. Soy su vecina, pero por moral me los traje". Estos cuatro chavos eran los más "desmadrosos" y tenían una historia difícil.
La mamá tenía que trabajar y los dejaba solos. Y estos cuatro niños volvieron a la siguiente semana y trajeron a otros más. Volvieron porque ahí los escuchamos, jugamos con ellos; les dedicamos tiempo.
Después vimos una unidad abandonada y les preguntamos a las mamás y a los papás qué sabían hacer. Y así fui reuniendo, con el talento de los papás y las mamás, todo lo necesario para hacer los talleres. Actualmente tenemos 26 actividades, de lunes a sábado, para nuestros niños y adolescentes.
Solamente en ese fraccionamiento asisten 318 niños toda la semana, de lunes a sábado. Y ahí es cuando me dije que se puede rescatar nuestro país, se pueden rescatar nuestras colonias. Como dice la Palabra, no hay que enterrar nuestros talentos sino darlos a la sociedad.
Tenemos a otras 300 personas en otras comunidades de Tlajomulco, que es uno de los municipios de Jalisco más lastimados por la violencia y la falta de servicios públicos.
-¿Cómo se llama tu proyecto?
"Comunidad con valores". De principio se llamó "Desde la raíz" y después se hizo "Centro de actividades", y luego "Comunidad de valores", pero la gente lo conoce como "canchas de las escuelas".
La ventaja es que yo vivo aquí, y la gente ve mi comportamiento, ve mi congruencia, y eso es un plus.
-¿Crees en la castidad?
¡Claro! Eso me lo enseñaron muy bien en los retiros: si logramos controlar nuestro cuerpo, podemos controlar muchas cosas en nuestra vida.