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Desde los tiempos del primer obispo de Michoacán en el siglo XVI, Vasco de Quiroga, hasta nuestros días, en este Estado del Occidente mexicano existen tradiciones artesanales que distinguen a diferentes comunidades.
Así sucede con Tlalpujahua, un «pueblo mágico» (una denominación que se da a pueblos de México que conservan tradiciones representativas de su identidad o que guardan tesoros naturales) cuyo principal producto son las esferas artesanales para adornar la Navidad.
Justamente por ello, porque en esta pequeña comunidad funcionan cerca de 450 talleres productores de esferas, mismas que han adornado los árboles de Navidad no solo de las casas de los mexicanos, sino del Vaticano o de la Casa Blanca, se ha dado en llamar el «pueblo de la eterna Navidad».
El regreso de los turistas
Las esferas propias de Tlalpujahua son hechas con vidrio soplado. Después de dos años de pandemia, los talleres del pueblo han vuelto a recuperar su economía. Ya los turistas y los compradores al por mayor han vuelto.
De hecho, la producción de esferas representa el 60% del Producto Interno Bruto de esta comunidad michoacana.
Ciertamente, la tradición de las esferas navideñas en este «pueblo mágico» no es tan antigua como, por ejemplo, las guitarras de Paracho o el trabajo de utensilios de cobre en Santa María, pero ya se han convertido en una referencia obligatoria en México.
La tradición de las esferas se remonta a fines de la década de los cincuenta del siglo pasado, cuando Joaquín Muñoz Orta y María Elena Ruiz Villagrán, originarios de Tlalpujahua, regresaron a su pueblo tras haber vivido en Estados Unidos en calidad de migrantes.
Buscando darles vida a los árboles de Navidad (y, en muchos lugares, a los árboles de casas o lugares públicos) comenzaron a realizar las esferas de vidrio soplado. Muñoz llegó a realizar 15 millones de esferas anualmente, empleando hasta 1,500 trabajadores.
La casa pionera de las esferas de Tlalpujahua fue «Adornos Navideños». Le han seguido muchas otras que comercian este hermoso adorno en México, Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra y Singapur, entre otros sitios del mundo.
Piezas bendecidas en el Vaticano
En la Navidad de 2012, la esfera de la casa de los hijos de Muñoz adornó gran parte de los árboles de la Santa Sede, la Capilla Sixtina, el Aula Pablo VI y el Museo Vaticano; además, las piezas fueron bendecidas por los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
