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La Iglesia de Inglaterra y la Iglesia católica romana son dos Iglesias cristianas que tienen mucho en común. De manera más general, pueden llamarse anglicanismo y catolicismo.
La tradición anglicana tiene sus raíces en la Iglesia católica, pero tiene varias diferencias clave en sus creencias.
Liderazgo
La primera diferencia entre las dos tradiciones es el reconocimiento del liderazgo. Los anglicanos son parte de una "comunión" de iglesias y no tienen una autoridad central.
En términos generales, el arzobispo de Canterbury es considerado el "primero entre iguales" y el monarca inglés aún conserva un papel simbólico.
Los católicos mantienen firmemente la autoridad del Papa, que es el sucesor de san Pedro. Los anglicanos no reconocen esa autoridad.
Eucaristía
Si bien tanto los anglicanos como los católicos usan una terminología similar con respecto a la Eucaristía, no comparten las mismas creencias.
La Iglesia católica enseña un dogma llamado transubstanciación, que el Catecismo explica así:
"Por la consagración del pan y del vino se opera la conversión de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la substancia del vino en la substancia de su Sangre".
Esto significa que mientras permanecen las apariencias del pan y del vino, la sustancia se cambia (a través del poder de Dios) completamente al cuerpo y la sangre de Cristo.
Los anglicanos tienen una variedad de creencias, pero históricamente han rechazado la transubstanciación.
Según el Anglican Compass, los anglicanos "afirman que el pan y el vino son su cuerpo y sangre de una manera espiritual, y luego califican que, aunque la comida es celestial o espiritual, es sin embargo una verdadera participación del cuerpo y la sangre de Cristo".
La Eucaristía no cambia sustancialmente, sino que cambia solo "espiritualmente", y depende de la recepción de la comunión. La presencia de Jesús no permanece y no hay adoración a la hostia.
Sacerdocio
Entre las diferencias clave entre las dos tradiciones están las creencias sobre el sacerdocio.
Muchas Iglesias anglicanas están abiertas a hombres y mujeres ordenados sacerdotes.
La Iglesia católica afirma que sólo los hombres pueden recibir el sacramento del Orden Sagrado.
Otras diferencias
Dependiendo de la iglesia anglicana, podría haber varias diferencias, como enseñanzas sobre el divorcio y el matrimonio, u otros temas de moralidad.
Esto se refiere a los anglicanos que no están en comunión con la Iglesia católica, no a los que forman parte del ordinariato anglicano.
El ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham
Para los anglicanos que buscan unirse a la Iglesia católica, el ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham es una opción perfecta que respeta las tradiciones auténticas de la Iglesia que se desarrolló en Inglaterra.
Los anglicanos siguen hasta el día de hoy una tradición del cristianismo occidental que tiene sus raíces en la Iglesia de Inglaterra.
Si bien hay muchas variaciones de esta tradición, hay algunos anglicanos que están más cerca del catolicismo que la mayoría de los protestantes.
Por esta razón, el papa Benedicto XVI ayudó a establecer el Ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham para recibir a los anglicanos que deseaban entrar en plena comunión con la Iglesia católica.
Explicó su razonamiento en la constitución apostólica Anglicanorum coetibus.
"En estos últimos tiempos el Espíritu Santo ha impulsado a grupos de anglicanos a pedir en varias ocasiones e insistentemente ser recibidos, también corporativamente, en la plena comunión católica y esta Sede apostólica ha acogido benévolamente su solicitud. El Sucesor de Pedro, que tiene el mandato del Señor Jesús de garantizar la unidad del episcopado y de presidir y tutelar la comunión universal de todas las Iglesias, no puede dejar de predisponer los medios para que este santo deseo pueda realizarse".
El Ordinariato permite que muchas tradiciones anglicanas se transfieran a la Iglesia católica, como las siguientes permitidas por Benedicto XVI:
Sin excluir las celebraciones litúrgicas según el Rito Romano, el Ordinariato tiene la facultad de celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos, la Liturgia de las Horas y las demás acciones litúrgicas según los libros litúrgicos propios de la tradición anglicana aprobados por la Santa Sede, con el objetivo de mantener vivas en el seno de la Iglesia católica las tradiciones espirituales, litúrgicas y pastorales de la Comunión anglicana, como don precioso para alimentar la fe de sus miembros y riqueza para compartir.
El Ordinario, observando plenamente la disciplina sobre el celibato clerical en la Iglesia latina, pro regula admitirá sólo a hombres célibes al orden del presbiterado. Podrá pedir al Romano Pontífice, en derogación del canon 277, 1, que admita caso por caso al orden sagrado del presbiterado también a hombres casados, según los criterios objetivos aprobados por la Santa Sede.
Esencialmente, esto significa que, con algunas modificaciones, los anglicanos pueden celebrar Misa con los textos con los que están familiarizados en su tradición.
Además, los pastores anglicanos casados pueden ser admitidos más fácilmente al sacerdocio, aunque todavía se mantiene un sacerdocio célibe como norma.
La constitución del papa Benedicto XVI estaba fechada el 4 de noviembre de 2009, aunque, según el sitio web del Ordinariato, no fue hasta el "13 de enero de 2011, [cuando] los tres ex obispos anglicanos fueron ordenados al diaconado en la capilla del Seminario Allen Hall, Chelsea por Monseñor Hopes, y al sacerdocio sacerdotal por Monseñor Vincent Nichols el sábado 15 de enero de 2011".
"El ordinariato personal de Nuestra Señora de Walsingham fue erigido por decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe el mismo día [ 15 de enero de 2011 ]".
Para los anglicanos que buscan unirse a la Iglesia católica, el ordinariato es una opción perfecta que respeta las tradiciones auténticas de la Iglesia que se desarrolló en Inglaterra.