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La confesión también es conocida como sacramento de reconciliación o de penitencia. Sea cual sea el nombre con el que llames a este sacramento, sin duda trae tanta paz y alegría que es difícil de describir. Ha habido quienes aseguran que es como "una ducha para el alma", y lo cierto es que te deja esa sensación de frescura interior.
Pero si hace mucho tiempo que no vas, la confesión puede intimidarte y provocarte ansiedad.
Es totalmente comprensible que te sientas así; las cosas siempre resultan más difíciles cuando no estás acostumbrado o no te resultan familiares. Confiamos en que esta información pueda serte útil.
1EL CURA ESTARÁ CONTENTO DE QUE ESTÉS ALLÍ
Quizá piensas, con preocupación, que el cura se horrorizará al ver cuánto tiempo hace que no te confiesas, pero seguramente ocurriría exactamente lo contrario.
Para saber cuánto les gusta a los sacerdotes ver a la gente volver a Dios en la Confesión aquí, las palabras de un sacerdote:
"No solo el sacerdote, sino Cristo y toda su Iglesia, con todos los santos y ángeles, estarán encantados de que hayas venido. No dejes que el miedo a lo que puedan pensar te frene: Todo el Cielo te anima".
2 EXAMEN DE CONsCIENCIA
Una vez que te hayas decidido, querrás hacer examen de conciencia. Aquí tienes algunas opciones: puedes hacerlo en la iglesia justo antes de entrar en el confesionario, pero si te preocupa olvidar algo, quizá quieras hacerlo con antelación y escribir una lista para llevarla contigo.
Aquí tienes dos artículos que podrían ayudarte a hacerte las preguntas correctas:
3BUSCAR HORAS DE CONFESIÓN
Puedes utilizar aplicaciones en donde digan los horarios o incluso buscar en el sitio web de las parroquias para encontrar horarios de confesión cerca de ti. Si lo prefieres, también puedes llamar a una iglesia cercana para concertar una cita con un sacerdote.
4NO DAR DEMASIADAS VUELTAS
Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Pero como alguien dijo en una ocasión: "Una vez al mes elijo un día para ir a cortarme el pelo, cambiar el aceite y confesarme". A mucha gente, ese enfoque de "parte de la rutina" le ayuda mucho.
Intenta verlo como algo que hay que hacer con regularidad, en lugar de como una montaña gigantesca e intimidante que hay que escalar solo cuando uno se arma de valor.
5NO LO DUDES, ENTRA AHÍ
Vale, ya tienes claro el momento de la confesión, has hecho examen de conciencia, sabes que todos te animan… es hora de entrar. Respira hondo… ¡lo tienes!
6CUMPLE TU PENITENCIA... ¡Y ALÉGRATE!
¿Estás preparado para salir de allí con una gran sonrisa? Después de la confesión, Dios ha perdonado y olvidado completamente tus pecados. Qué sensación tan increíble. Esperamos que te sientas muy orgulloso de haber ido, y que las gracias del sacramento te traigan una profunda paz y alegría.