Los obispos de la frontera entre México y Estados Unidos emitieron el mensaje Unidos construyendo el futuro con los migrantes, en el que exponen el fenómeno de la migración en Norteamérica, expresan su preocupación y emiten peticiones a los gobiernos de ambos países.
En el documento se ofrecen cifras y datos duros que permiten dimensionar el problema y conocer con detalle cuáles son los principales peligros a los que se enfrentan los migrantes internacionales: incertidumbre, rechazo, extorsión, tráfico humano, persecución, separación de la familia y violación a sus derechos humanos, entre otros.
Además, señalan que, a pesar de los esfuerzos realizados por los voluntarios de programas de atención al migrante -en donde Iglesia y sociedad trabajan de la mano- la situación desborda la capacidad de atención y los voluntarios frecuentemente se enfrentan a la angustia por la falta de recursos, y a amenazas o violencia por parte del crimen organizado.
La migración es una oportunidad de evangelización
Explican que la Iglesia promueve y defiende los derechos humanos fundamentales porque "el anuncio del Evangelio propone la salvación integral del ser humano y su auténtica y efectiva liberación, logrando condiciones de vida adecuadas a su dignidad".
Citando al Papa Francisco, establecen que:
"La migración es una oportunidad de evangelización, que nos hace conscientes de que el fundamento de la dignidad de la persona no está en los criterios de eficiencia, de productividad, de clase social, de pertenencia a una etnia o grupo religioso, sino en el ser creados a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26-27) y más aún, en el ser hijos de Dios en el Hijo. Esta conciencia, que brota de la fe, debe llevarnos a acoger, respetar y amar a los migrantes, y así contribuir a la construcción de una sociedad más justa, una democracia más plena, un país más solidario, un mundo más fraterno y una comunidad cristiana más abierta, de acuerdo con el Evangelio".
11 peticiones concretas a los gobiernos de México y Estados Unidos
Los obispos de la frontera se comprometieron a fortalecer el diálogo en sus respectivas conferencias episcopales, aumentar la solidaridad entre diócesis, así como a fomentar una mayor colaboración. Además, emitieron 11 peticiones a los gobernantes de México y Estados Unidos:
- Incrementar y simplificar la concesión de visados, y adoptar programas de patrocinio privado y comunitario
- Abrir corredores humanitarios seguros y legales para los migrantes y refugiados más vulnerables
- Ofrecer un alojamiento adecuado y decoroso
- Garantizar los servicios básicos, la seguridad personal, una adecuada asistencia consular, el acceso equitativo a la justicia y la libertad religiosa
- Velar por el derecho a tener siempre consigo los documentos personales de identidad
- Dar a los migrantes libertad de movimiento y la posibilidad de trabajar
- Ofrecer la posibilidad de participar en una economía que les permita asegurar su subsistencia vital
- Proteger a los menores de edad, asegurarles el acceso regular a la educación y prever programas de custodia temporal o de acogida
- Promover la inserción social de los migrantes
- Favorecer la reagrupación familia
- Preparar a las comunidades locales para los procesos integrativos.