Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Sin importar en dónde estuviera, en todos los lugares a los que fue como soldado hacía colocar una imagen de la Virgen María. El padre Gianfranco María Chiti es un Venerable Siervo de Dios que llegó al convento después de vivir en carne propia la guerra.
Con solo 22 años fue combatiente en los frentes croata, griego y ruso, en donde vivió grandes momentos de sufrimiento.
El mismo dijo:
"Cuando durante la retirada, veía los cuerpos de mis jóvenes compañeros tirados sin vida, me venía el instinto de arrodillarme y besarlos porque morían en vano por las culpas de otros, habían sido arrancados a sus familias y llevado a territorios lejanos a morir.
Veía en ellos la imagen del Redentor porque la guerra es efecto de los pecados del mundo".
Tanto su vida de soldado como su ministerio como sacerdote estuviero orientada al servicio y cuidado del otro, sobre todo de los más pequeños y necesitados. A lo largo de su vida vivió el ideal franciscano de humildad y pobreza, y permaneció siempre fiel y obediente a la Regla de la Orden Franciscana.
Conoce más sobre su testimonio de vida en este video.