El pasado 29 de noviembre, el Santo Padre escribió una carta a toda la familia franciscana en donde los exhorta a ir por el mundo centrados en el Evangelio, de tal forma que inviten a otros a llevarlo también en sus corazones y en sus acciones.
Por ello, te presentamos en qué consiste la regla y cómo podemos aplicar esas enseñanzas en nuestra vida cotidiana, para que de esta forma podamos seguir la espiritualidad de san Francisco de Asís, que hasta el día de hoy mantiene toda la familia franciscana.
Humildad y pobreza
Los franciscanos llevan un estilo de vida humilde y ven siempre por los más pobres y necesitados, al igual que su fundador, san Francisco de Asís. Quien, viniendo de una familia de la realeza, decidió dejarlo todo por seguir a Jesús -incluso sus ropas, armadura, castillo y riqueza material- para llenarse de un mejor tipo de riqueza: la espiritual.
Indagando un poco en esta regla titulada La Regla no Bulada, te presentamos estas claves para actuar como nuestros hermanos franciscanos.
1La minoridad es un lugar de encuentro con Dios
En efecto, "el Señor Papa" -como lo reconocía san Francisco- promovió la importancia de ser hermanos menores, "La minoridad es un lugar de encuentro con los hermanos y con todos los hombres y mujeres".
No quitemos la mirada de los que nos necesitan; veámoslos siempre como hermanos y cuidémoslos así como aquel que cuida de su hermano menor. Hoy, también, veamos por aquellos que necesitan ser mirados.
2Caridad fraterna
La caridad, dice el Santo Padre, es la que nos llevará a una comunión fraterna, en la que se procurará siempre nuestra relación con Dios, y por consiguiente, con los demás hermanos.
3Vivir en pobreza
Esta, sin duda, es una de las más grandes características de aquellos que viven esta espiritualidad. Vive con un corazón humilde y pobre, para que así puedas llenarte de Dios.
4Abrir el corazón
Dice el Papa que es necesario acoger, en nuestro corazón, a los "leprosos de nuestro tiempo".
"De tal forma que nadie quede fuera del amor de Dios y así puedan sentirse acogidos por medio de nuestro cariño, amor, fraternidad y, por ende, nuestra fe hacia el Señor. Actuando siempre con ojos de misericordia, como san Francisco supo hacerlo a imagen de Jesús".
5Encuentro con la creación
"Para el Santo de Asís, la creación era 'como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad'. ¡La creación es 'como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos!'"
Recuerda que son "Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5, 3). Por tanto, sigamos corriendo por alcanzar esa meta.