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Apenas habrá personas en las calles de Nicaragua para celebrar la Semana Santa y la Pascua. Aunque las procesiones al aire libre son una tradición muy arraigada en el país, el gobierno de Daniel Ortega ha decidido prohibir muchas de ellas. Entre los viernes de Cuaresma y Semana Santa se han prohibido al menos cuatro mil 800 procesiones, informa Martha Patricia Molina, abogada penalista nicaragüense en el exilio.
En su lugar, municipios y ayuntamientos están organizando actos de Semana Santa sin el acuerdo ni la participación de la Iglesia. Tampoco habrá uno de los Vía Crucis más importantes, el "Viacrucis Penitencial" que organiza la diócesis de Managua, capital de este país centroamericano.
Ante esta decisión, las parroquias, iglesias y catedrales no se desaniman y tratan de buscar otras soluciones para que los fieles puedan vivir plenamente la Semana Santa y la subida hacia la Pascua ofreciendo procesiones "intramuros", es decir, dentro de las iglesias, o el rezo de rosarios.
Nicaragua en crisis
En un país de mayoría cristiana, el dictador Ortega, en el poder desde 2007, considera que "la Iglesia es una piedra en su zapato", afirma la abogada exiliada Martha Patricia Molina en una entrevista para Aleteia. Confiesa que la situación no tiene visos de resolverse:
"Creo que las agresiones y ataques contra sacerdotes y obispos continuarán mientras la dictadura de Ortega esté vigente en Nicaragua, sencillamente porque el objetivo de la dictadura es aniquilar por completo a la Iglesia católica".
Desde 2018, Daniel Ortega acusa a la Iglesia de conspirar contra él. Desde entonces, ha emprendido una política de intimidación y represión. Con la expulsión de religiosos, la profanación de iglesias y el cierre de universidades católicas, los fieles de Nicaragua están siendo maltratados, hasta el punto de que en 2023 el país entró en la triste lista de la ONG protestante "Puertas Abiertas", que cada año enumera los países con más persecuciones del mundo.
En 2023, a los católicos nicaragüenses ya se les había impedido celebrar su Semana Santa, y seguirán llevando esta cruz prohibida durante la Pascua de 2024.