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Puede que los Rolling Stones no sean la primera banda que nos viene a la mente cuando pensamos en los valores católicos. Y aún así, su letra icónica “ No siempre puedes conseguir lo que quieres ” resuena profundamente con la tradición católica y, aún más específicamente, con algunas de las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino enfocadas a niños.
Tomás de Aquino, un pilar de la teología católica medieval y contemporánea, enfatiza las virtudes de la paciencia, la longanimidad y la fortaleza , todas esenciales para criar niños agradecidos y resilientes en un mundo rebosante de gratificación instantánea.
1Paciencia
La paciencia, como la describe Tomás de Aquino, es la capacidad de soportar las dificultades sin sucumbir a la ira o el resentimiento. Imagina (¡o simplemente recuerda!) a un niño haciendo un berrinche porque no puede tener ese juguete nuevo, o porque quería pasta y no pasteles de verduras para la cena.
Un padre paciente escuchará con calma, explicará las limitaciones y ofrecerá alternativas (como "bueno, supongo que podemos agregar un poco de parmesano a tu pastel de verduras, ¿verdad?").
Esto fomenta la comprensión de que los deseos no siempre se traducen en una satisfacción instantánea , lo cual es una lección crucial para afrontar las inevitables decepciones de la vida.
2Longanimidad
Estrechamente ligada a la paciencia está la longanimidad, que es la perseverancia que uno necesita para alcanzar metas a largo plazo. A muchos padres les encantaría que sus hijos apreciaran el valor del trabajo duro.
Una forma de ayudarlos a obtener los objetos deseados a través de tareas domésticas o buenas calificaciones es enseñarles el poder de la gratificación retrasada: hornear galletas juntos, cuidar un jardín o simplemente hacer planes juntos para el próximo verano pueden ser buenas maneras de ayudarlos a comprender que "No siempre pueden conseguir lo que quieren" aquí y ahora: algunas cosas llevan tiempo.
La noción de longanimidad de Tomás de Aquino sugiere que la verdadera satisfacción proviene del esfuerzo y el logro, no simplemente de recibir.
3Fortaleza
Finalmente, la fortaleza nos permite afrontar los desafíos con valentía y determinación. Un niño que nunca obtiene un "no" como respuesta tendrá dificultades para afrontar los reveses. No permitir que tus hijos siempre obtengan lo que quieren es, de hecho, un acto de amor y cuidado. Tomás de Aquino enfatiza la importancia de la fortaleza para superar las dificultades.
Al permitir que los niños experimenten decepciones (siempre en dosis pequeñas, manejables y caritativas), podemos ayudarlos a desarrollar la fuerza emocional para recuperarse de obstáculos futuros.
Poner en práctica las virtudes
Entonces, ¿Cómo podemos incorporar estos valores en nuestra crianza? A continuación se ofrecen algunos consejos prácticos :
1. Intente aceptar la gratificación retrasada . Puede resultar tentador comprar todo lo que su hijo quiera, pero es importante resistir la tentación. En su lugar, anímelos a ahorrar para obsequios especiales, enseñándoles el valor de la gratificación retrasada.
2. En lugar de colmar a los niños de posesiones materiales, considere priorizar experiencias como salidas familiares, deportes y otras actividades. Esto puede fomentar un sentido de gratitud por lo que ya tienen. Si un niño se molesta cuando se le niega una solicitud, podría ser útil tener un plan sobre cómo manejar esto. Esto puede ayudarlos a comprender que sus acciones tienen consecuencias.
3. Es importante recordar que criar niños agradecidos y resilientes no significa privarlos de la alegría. Se trata de ayudarlos a desarrollar la fuerza interior para afrontar los inevitables desafíos de la vida.
Al incorporar la sabiduría de Tomás de Aquino y abrazar el espíritu central de "No siempre puedes conseguir lo que quieres", podemos ayudar a los niños a desarrollar las habilidades que necesitan para estar contentos, ser capaces y, en última instancia, estar preparados para prosperar en un mundo en constante cambio. (y a menudo duro) mundo.