El dos de junio de 2024, México celebrará las elecciones más grandes de su historia. Además de elegir al próximo presidente o presidenta del país, serán definidas 128 senadurías y 500 diputaciones a nivel federal; mientras que en las 32 entidades federativas se elegirán, en total, más de 19 mil cargos.
Durante la temporada electoral, la Conferencia del Episcopado Mexicano ha hecho un llamado a repensar el México en el que vivimos; un narcoestado con violencia, desapariciones, prostitución infantil, falta de oportunidades, corrupción y homicidios. Ante esta realidad, estamos llamados a elegir a quienes decidirán el futuro inmediato de nuestro país y a construir la paz.
Para conocer a profundidad en qué consiste la participación ciudadana y cuál es nuestro derecho, responsabilidad y obligación -como ciudadanos y como católicos- Aleteia entrevistó a Arnold Jiménez, Maestro en Doctrina Social de la Iglesia y parte de la Comisión Diocesana para la promoción de la participación de los fieles laicos de la Arquidiócesis de Guadalajara, quien compartió algunos puntos para comprender la importancia de votar y de discernir correctamente esa elección.
1Voto: derecho y obligación
Para comenzar a abordar el tema, Arnold recuerda que, ante todo, el voto es un derecho que ha costado mucho obtener, por ende, debemos valorarlo como tal.
“Pero al mismo tiempo que es un derecho, como todo derecho, implica una obligación” Y esta obligación tiene dos aspectos:
El voto tiene que ser informado, es decir, “tengo que votar de manera responsable (...) no puedo llegar sin saber qué voy a hacer, sin entender lo que estoy haciendo”.
Y la segunda obligación que tenemos es entender que el tema de votar no se agota con las elecciones. Hay que darle seguimiento a quienes nosotros elegimos.
2Esta obligación crece para el católico
Si alguien tiene que votar ejemplarmente es el católico, asegura, pues ser un mal ciudadano es una contradicción con la fe.
Además, explica que uno de los seis principios sobre los que se construye todo el pensamiento social cristiano -Doctrina social de la Iglesia- es la participación.
La Iglesia nos invita a participar, pero no solo en las actividades de la parroquia, sino también en la vida pública. Por ello, explica, participar en las votaciones significa asumir por completo la vocación de católico.
3Un solo voto cuenta y cambia la historia
Para ejemplificar el impacto decisivo que tiene cada voto, Arnold recuerda el caso que se dió hace unos años en un municipio de Jalisco, en el que el presidente municipal ganó por un solo voto.
Si tú dejas de votar, dejas de posibilitar el bien y dejas de posibilitar la democracia (...) Todo voto cuenta, todo voto es importante y nadie puede dejar de votar".
Para profundizar, comparte un ejemplo: “Votar es lo mismo que abrir la puerta de tu casa para que llegue alguien y tome decisiones sobre el futuro de tu familia y si no abres la puerta, se va a meter por la ventana para tomar las decisiones. El tema es a quién le quieres abrir la puerta de tu casa”.
Además, explica que el desánimo o la percepción de que las cosas no van a cambiar -o de que los resultados ya están definidos- revela que no estamos comprendiendo la realidad en la que vivimos, cuestión que nos conduce a una falta de compromiso con pensar y discernir.
4Existen criterios para ayudarnos a discernir
Después de haber analizado la realidad, como nos indica el Episcopado mexicano, el creyente debe tener en cuenta los siguientes criterios fundamentales -presente en el pensamiento social cristiano- que Arnold Jimenez sintetiza:
Justicia social: ¿qué candidato nos ofrece condiciones de mayor justicia y equidad para todos? Un candidato que realmente ayude al mexicano a salir de la pobreza con acciones, no solo con programas sociales que en el fondo son programas populistas.
Familia: ¿quién promueve la familia? “No como un reducto de una moral, sino a la familia real, a la familia que sufre por la violencia, que sufre por la pobreza, por la falta de oportunidades”.
Vida: “No solamente la vida en el vientre materno, que es muy importante, pero también la vida digna; ya que cuando uno nace, esa vida también se defiende, se protege, se promueve, se vela por ella”.
Condiciones económicas: ¿Qué plataforma genera mejores condiciones, desarrollo estable, permanente y oportunidades de trabajo?
“Son criterios que nos ofrece el magisterio social (de la Iglesia) y que siempre debemos tener en cuenta”, explica.
5Pensar y orar
Profundizar en el Magisterio de la Iglesia para contrastarlo con las propuestas electorales exige hacer una pausa para pensar y reflexionar; sin embargo, el experto puntualiza que este ejercicio debe acompañarse de la oración personal para discernir de la manera correcta.
¿Y si ninguna opción me convence?
Arnold aclara que no puede existir un partido o un candidato o una propuesta política que agote las exigencias éticas que nacen del Evangelio; es decir, no hay un candidato ideal.
Tomando en cuenta que la gran mayoría de mexicanos pueden no sentirse totalmente convencidos sobre un candidato en particular, hay que buscar el bien posible, no el mal menor.
“La moral cristiana dice: siempre entre dos males o entre dos cosas que no te gustan, busca el mal menor; y solo en ese sentido, el mal menor se convierte en el bien posible (...). Cuando hay opciones que no nos convencen del todo, hay que buscar cuál se configura más a lo que a lo que yo creo, a lo que yo pienso, a mis principios y valores”.
Sin embargo, hace una aclaración importante: “Si seguimos creyendo que la democracia se agota en el voto, vamos a vivir en un círculo vicioso y cada seis años vamos a ver cuál es el menos peor. La clave no está solo en votar bien; la clave está en la participación después del voto”. Para ello, en la Arquidiócesis de Guadalajara existe un subsidio pastoral a manera de manual, que se llama El ABC de la participación ciudadana.
El experto concluye asegurando que si salimos a votar ganará México:
“Si salimos a votar vamos a ganar todos. El mensaje que le vamos a dar a los políticos y a los poderes fácticos, incluso al crimen organizado que quiere influir en las elecciones, es que la ciudadanía no les va a dejar las cosas fáciles. Tenemos que cambiar de paradigma, el México que anhelamos, o lo construimos nosotros, o no va a ser posible. La política ya no la podemos dejar en manos de los políticos. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad”
Más información
Para conocer más puedes consultar su perfiles en Facebook e Instagram