Cuando María estaba embarazada de Jesús, visitó a su prima mayor Isabel, quien también esperaba un bebé, Juan Bautista.
La Virgen vivía en Nazaret, al norte de Israel; Isabel residía en las montañas de Judá, según la tradición en una localidad llamada Ain Karin.
Para llegar hasta la casa de su prima, María tuvo que recorrer una distancia de entre 100 y 150 kilómetros.
En respuesta al ángel
¿Qué llevó a María a caminar tanto? Después del anuncio del ángel Gabriel, la Virgen María "marchó deprisa" -explica Lucas en su Evangelio- a casa de Isabel con el propósito de cuidar de su prima, a la que llamaban "estéril".
María atendió el mensaje del ángel que dijo:
Isabel, al recibirla, la reconoció como "la madre de mi Señor" y su bebé "saltó en su seno".
La Virgen elevó una bellísima oración que hoy usan cristianos de todo el mundo para alabar a Dios: