En la cultura occidental no podemos imaginar iglesias sin campanarios; incluso, a veces la mejor forma de localizar la iglesia cristiana más próxima es dar una vuelta en coche hasta ver un gran campanario sobresaliendo por encima de los demás edificios. Este es uno de los elementos más antiguos en la arquitectura eclesiástica y su origen tiene un gran significado.
¿Cuál es el propósito de los campanarios?
En la arquitectura eclesiástica, por lo general, cuando hablamos de campanario, nos referimos a una torre campanario. Son estructuras verticales construidas en un lateral, frente, espalda o en lo alto de una iglesia,que se elevan por encima de cualquier otro edificio cercano.
Al principio, estos edificios eran torres separadas y a menudo contenían una pequeña capilla abajo conocida como baptisterio. Aquí eran bautizados los catecúmenos en la Iglesia primitiva. Uno de los ejemplos más famosos de este tipo de edificio es el baptisterio de San Juan de Letrán en Roma.
Luego, con el tiempo surgió la necesidad de dar cobijo a las campanas de la iglesia para llamar al pueblo a la oración. Las torres de las iglesias eran una elección apropiada, dada su altura y capacidad para transmitir sonido en una gran área.
El significado espiritual de estas estructuras viene directamente de la Biblia. El salmista habla sobre Dios como una torre cuando dice:
“Llévame a la roca que es más alta que yo, porque Tú has sido mi refugio y torre fuerte delante del enemigo” (Salmos 61,2-3).
De nuevo en Proverbios leemos:
“El nombre del Señor es una torre fortificada: el justo corre hacia ella y se pone a salvo” (Proverbios 18,10).
Las torres y las agujas que las coronan también se usan para señalar al pueblo espiritualmente hacia el Paraíso, que tradicionalmente se pensaba que se encontraba en o por encima del cielo. Asimismo, el pueblo antiguo creía que se podía llegar a Dios con más facilidad en los lugares elevados, algo que se vio reforzado en la tradición cristiana con la historia de Moisés recibiendo los 10 Mandamientos en el monte Horeb, además de la Transfiguración de Jesús, que tuvo lugar en el monte Tabor.
A medida que las torres siguieron desarrollándose, también se usaron para distinguir las catedrales y edificios eclesiásticos más importantes de otras parroquias más humildes. Básicamente, cuanto mayor el campanario, más importante era la iglesia.
Las torres campanario también se usaban para recordar a la comunidad local que permaneciera centrada en Dios. Los demás edificios seglares se construían normalmente más bajos que la torre de la iglesia, convirtiendo a la iglesia local en el edificio más alto e importante de la localidad.