Un buen discurso puede cambiar el curso de la historia. Desde Jesucristo y Séneca, sabemos que la palabra, oral o escrita, tiene un enorme poder - y ello conlleva una gran responsabilidad: Puede provocar una guerra o traer la paz; puede conmover o despertar el odio; levantar los ánimos o hundir las esperanzas; crear o destruir.
Presentamos 10 discursos célebres que han marcado la historia universal reciente, desde Lenin a Charles de Gaulle o Hitler. Incluimos al final de este artículo las 10 características que tiene que tener un buen discurso, según el experto Boutin.
1Lenin
Tesis de abril publicadas en el diario Pravda el 7 de abril de 1917. El contexto es el del inicio de la Rusia revolucionaria, con una oposición al zar alta. Con estas tesis, Lenin reclama la paz y el inicio del programa de colectivización. Las consecuencias las sufriría Rusia durante los cien años siguientes.
2Charles de Gaulle
Llamamiento a los franceses. Emitido por radio el 18 de junio de 1940. Nombrado subsecretario de Estado para la Defensa Nacional aquel mismo mes, el general De Gaulle responde a la "rendición" de la Francia del general Pétain a los nazis, desde la BBC. El discurso llama a la resistencia tras la derrota y la invasión nazi. Si Francia pudo ser contada entre las potencias vencedoras de 1945 y no como país colaboracionista, fue gracias a él.
3Winston Churchill
Sangre, sudor y lágrimas, 13 de mayo 1940. El primer ministro británico la pronunció en la Cámara de los Comunes, en Londres, exigiendo la colaboración y sacrificio ciudadano para derrotar a Alemania, cuando llevaban ya 8 meses desde el inicio de la 2a Guerra Mundial. Esta frase (sangre, sudor y lágrimas) ha pasado a la posteridad y Churchill la repitió en otros discursos. Este discurso cambió literalmente el curso de la guerra, pues logró devolver la esperanza a un país atemorizado.
4Adolf Hitler
La campaña de auxilio de invierno, Berlín 3 octubre 1941. En este discurso Hitler hace balance de su obra y se refiere al enemigo británico como "locos que deliran". Hitler era un auténtico "monstruo" de la oratoria, capaz de enardecer a las masas con su voz.
5Juan Domingo Perón
Quiero seguir siendo el coronel Perón, Buenos Aires, 17 de octubre de 1945. Discurso que fue pronunciado cuando los sindicatos se alzaron pidiendo su liberación, pues había sido encarcelado en la isla Martín García. En él agradece el apoyo y anuncia su deseo de convocar elecciones. De Perón se ha dicho que era un orador increíble, que sabía adaptarse al público que le escuchaba, y que lograba ser a la vez pragmático y conciliador. Sus frases aún inspiran a muchos argentinos.
6David Ben Gurion
Proclamación del Estado de Israel, Tel Aviv, 14 de mayo de 1948. Ben Gurion (1886-1973), polaco de nacimiento, emigra a Palestina en 1906. Con este discurso de 1948 se proclama el recién creado Estado de Israel y se recuerda que la tierra de Israel es donde "nació" el pueblo judío y donde se formó "su identidad espiritual, religiosa y nacional". En el año judío esta firma se hizo el día 5 de iyar de 5708. Su discurso positivo y conciliador propició la buena acogida del mundo (casi) entero al nuevo Israel, aunque 24 horas después estallara la primera guerra con sus vecinos árabes.
7Mao Zedong
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, Pekín, 27 de febrero de 1957. En este discurso establece las tesis del Partido Comunista y dónde recuerda que se han "liquidado" a los contrarevolucionarios ya que "era absolutamente necesario".
Ante la disidencia, Mao reconoce en este discurso que "los problemas que atañen al mundo espiritual del hombre no pueden resolverse de manera simplista. Las ideas erróneas no dejarán de existir por el hecho de que esté prohibido expresarlas".
8Fidel Castro
La Revolución empieza ahora, Santiago de Cuba, 1 de enero de 1959. Ejemplo del estilo carismático de Fidel Castro en el que establece que "la Revolución empieza ahora. La revolución será una empresa dura y llena de peligros". Castro afirma que tiene la satisfacción de "haber creído profundamente en el pueblo de Cuba" y dice a sus compatriotas que los combatientes revolucionarios serán siempre "servidores leales" que solo tendrán por divisa "servir".
9John Fitzgerald Kennedy
Ich bin ein Berliner, Berlín Oeste, 26 de junio de 1963. El presidente Kennedy visita Berlín cuando el muro tiene dos años. Este discurso (Soy un berlinés) es una legitimación del canciller Adenauer (que ha construido "la democracia y la libertad de las que disfruta Alemania", en palabras de Kennedy), y afirma: "Hay mucha gente que no comprende o dice no comprender la diferencia que existe entre el mundo libre y el mundo comunista. Decidles que vengan a Berlín". El muro, pronunció Kennedy, "es la demostración más palmaria del fracaso del sistema comunista".
10Martin Luther King
I have a dream (Tengo un sueño), Washington, 28 de agosto de 1963. Cinco años antes de morir asesinado en Memphis, el reverendo Martin Luther King dio este discurso ante 200 mil personas. Éste está repleto de referencias bíblicas y es un alegato a la igualdad entre personas en el marco de la no violencia. Esta intervención supondrá un antes y un después en la historia de Estados Unidos en la defensa de los derechos civiles.
¿Qué tienen en común?
Detrás de todos ellos, existen diez características que subyacen, explica Christophe Boutin en Los discursos que cambiaron el mundo:
- Un discurso debe ser ante todo convincente
- El orador hace todo lo posible para que su auditorio se sienta especial
- El político conoce muy bien los resortes del inconsciente colectivo
- El discurso es, ante todo, una muestra de ambigüedad calculada
- Un orador prefiere cohesionar a los suyos en torno a unos ideales comunes
- El discurso se presta a toda clase de lisonjas ("solo ustedes me comprenden, solo ustedes son conscientes de lo que está en juego").
- En la medida que están pensados para un público numeroso, deben incluir diversos elementos que apelen a los sentimientos más que a la razón
- El discurso es un entramado de fórmulas muy bien codificadas
- Al pronunciar un discurso todo está controlado, incluso las aparentes muestras de apasionamiento en un momento emotivo
- El orador, por unos instantes, comunica una revelación a la multitud que lo escucha
Esto, por supuesto, no resuelve la cuestión de si ese discurso traerá la paz o la guerra. Sin embargo, conocer sus mecanismos internos ayudaría a los que escuchan a no dejarse llevar tan fácilmente por las emociones...