Muchas discusiones y malentendidos podrían evitarse si las personas implicadas hubieran usado la escucha activa para entender lo que la otra persona tenía que decir. Sin embargo, hacer el esfuerzo para escuchar honestamente puede resultar difícil.
A menudo, en el calor del momento, tendemos a no prestar atención a lo que la otra persona está diciendo. Llegamos a conclusiones precipitadas. Esto es especialmente cierto en estos momentos de redes sociales y polarización política.
Inteligencia Emocional
Ciertamente, uno de los cimientos principales de la inteligencia emocional es la escucha activa. Esta destreza requiere la empatía de ser capaz de mirar a los ojos a la otra persona y entenderla, sin dejar que nuestras propias experiencias e historias vitales nos lleven a juicios precipitados.
La escucha activa amplía nuestra capacidad de comprensión. Nos evita extraer conclusiones antes de que la otra persona acabe siquiera de hablar y antes de que entendamos lo que está diciendo realmente. Por eso, esta técnica se ha convertido en un recurso valioso tanto para la vida privada como para la profesional.
Desarrolla tu capacidad de escucha
Aquí hay 5 consejos útiles para practicar la escucha activa y evitar conflictos innecesarios con las personas que nos rodean.
1Repite lo que la otra persona acaba de decir
Aunque lo hagamos solo mentalmente, este ejercicio nos ayuda a comprender exactamente lo que ha dicho la otra persona, y no lo que nosotros pensamos que ha dicho, basándonos en nuestras propias ideas y preconcepciones.
2 Centra tu mente
Gracias a Internet y al smartphone, tendemos a distraernos con facilidad. Incluso durante una conversación, nuestra mente puede divagar en otras cosas y terminamos por no asimilar lo que la otra persona está diciendo. Por eso necesitamos controlarnos para mantener la atención.
Si estás en una conversación presencial, evita sacar tu celular y mira a la persona con la que estás conversando; si estás en una llamada telefónica, puedes irte a un lugar con mayor privacidad para escuchar sin distracciones.
3 Interés real
En este aspecto es donde tenemos que ser particularmente empáticos. Tenemos que mostrar un interés genuino por lo que tiene que decir nuestro interlocutor. Pongámonos en su piel, intentemos ver las cosas desde su perspectiva. Esto no solo mejora nuestro entendimiento, sino que también ayuda a la otra persona a sentirse más cómoda para expresarse con calma y sinceridad.
4 Prioriza la interacción cara a cara
Al lidiar con cuestiones serias o delicadas, conviene dejar a un lado la mediación de los mensajes de texto y dar prioridad a la conversación cara a cara. Esto nos permite una comunicación más integral donde percibamos el tono de voz de la otra persona, sus expresiones más naturales y su lenguaje corporal.
5Suspender los juicios
Tendemos a juzgar y extraer conclusiones apresuradas sobre lo que nos dice la otra persona antes siquiera de que haya concluido su intervención. Tenemos que adoptar la posición comprensiva de alguien que quiere encontrar la verdad y soluciones, y no ahondar en las diferencias.