La mayoría de nosotros empezamos con una visión muy específica de nosotros mismos y de nuestras carreras.
A pesar de eso, nos cuesta encontrar los trabajos que queremos y creemos que nos merecemos. Para superar este estado de ánimo, dale un poco de confianza a la “casualidad”.
Quizá si relajas el deseo de encajar en aquello que has imaginado acerca de tu porvenir, podrás dejarte sorprender.
Pueden aparecer oportunidades de nuevos puestos de trabajo en los lugares más sorprendentes: en un evento social, una celebración religiosa, una fiesta, una entrega de premios o durante tu camino al trabajo.
¿Cómo lograrlo?
Para hacer esto, practica “contactos casuales” para conocerlos a ellos, sus pensamientos, puntos de vista e historias personales.
Piensa lo que es posible en lugar de abrazar la perspectiva del miedo. Siempre existen ofertas de empleo que contemplen determinadas habilidades. Desarrollar esas habilidades aumentarán oportunidades de “tener un golpe de suerte”, como explican Thomas Roulet y Ben Laker, en la Harvard Business Review.
La casualidad necesita que creas en algo más que en ti mismo: fiarte de que los empleadores te identificarán por tu experiencia y cualidades.
Si descansas en Dios y trabajas por encontrar el tipo de oportunidades de las que estamos hablando, se producirán muchas “casualidades”. Otros lo llaman “diosidades”.
Donde vida y trabajo se encuentran
Comenzamos con un enfoque muy evidente de cómo deseamos que sean nuestras carreras profesionales.
Tal vez has imaginado con disfrutar de un puesto muy especializado en una organización con una gran reputación.
Pero a pesar de ello, es difícil hallar el puesto de trabajo que queremos. ¿Por qué?
No solo es cuestión de haber planeado nuestra carrera con estrategia y programación detallada.
Este tipo de casualidades puede favorecer descubrir cosas que desconocíamos sobre nosotros mismos.
La clave es entrar en el mercado laboral sin esperar una idealización del futuro. Simplemente se trata de dejarse sorprender, de tener una mente abierta. Es bueno buscar la suerte poniéndote a tiro de situaciones que te enseñen a saber más sobre lo que te gusta y, de este modo, salir de la zona de confort.
La casualidad o la suerte se pueden construir. ¿Cómo? Te damos tres ingredientes.
1Mantén la mente abierta
La realidad de un trabajo no suele ser como imaginamos porque lo reducimos a una serie de supuestos, nos imaginamos a nosotros mismos en un papel. A menudo imaginamos el trabajo que vamos a hacer como un grupo de tareas y resultados.
Pero el trabajo tiene otros carices relevantes que no podemos marginar: los compañeros de trabajo, el networking o red de contactos, la posibilidad de nuevos aprendizajes o que nos encante la cultura corporativa de la compañía.
Crecer profesionalmente no es necesariamente pasar de un puesto a otro superior. Quien nos promocione determinará en qué campos destacamos y si hay puestos disponibles.
Insistir en un objetivo de modo inflexible nos limita.
Una clave importante es disfrutar de la conversación con otros. Puedes descubrir historias inspiradoras. Con ello, mantenemos activa la curiosidad y la capacidad de aprender cosas nuevas y a imaginarte distintas formas de ver tu carrera.
La visualización de las cosas ayuda a revelar deseos o aspiraciones en las que quizás no hayas caído.
2Adopta el cambio como una fuente de oportunidades.
Para encontrarnos con la suerte debemos abandonar el miedo, nuestros temores (“seguro que lo hago mal”) y abrirnos a un mundo maravilloso de posibilidades. Salir de la zona de confort es incómodo, pero las adversidades, en ocasiones, se pueden convertir en una oportunidad y en un éxito.
En lugar de huir del cambio, usa las circunstancias como un trampolín.
Siempre existirá ofertas de empleo que demanden ciertas habilidades que poca gente tiene y tú puedes ser una de ellas. Conviene desarrollar habilidades que no son habituales en tu sector como la comunicación efectiva, la empatía, la asertividad, la resiliencia…
3Lanza la red.
Para tener suerte necesitamos confianza en nosotros mismos. En lugar de asumir que lo sabemos y lo controlamos todo, apostemos por la humildad.
Si deseas progresar en tu carrera, una buena idea es conocer posibles reclutadores o cazatalentos.
El envío de currículums debes realizarlo a cualquier tipo de industria o sector: No te límites a ti mismo. En efecto, esto es una forma de construir tu suerte.
Con la esperanza puedes hacer que las oportunidades más adecuadas te encuentren a ti.
¿Puede darse la situación de que un reclutador valore tus habilidades y te ofrezca un puesto que no te interesaba, pero que se ajusta mejor a ti?
Es muy positivo tener una visión de tu futuro, pero la flexibilidad es un ingrediente de la suerte. ¡Anímate a explorar nuevos mundos!