¿Alguna vez has recibido una oración de una persona desconocida que te ha animado? El saber que hay gente que está deseándonos un bien, es algo que nos llena de fuerzas. Si siendo personas desconocidas la sensación es tan gratificante, ¿te imaginas recibir algo de alguien que te conoce y puede poner su corazón en tu historia con más detalle?
Hay personas que rezan por nosotros en secreto y muchas veces sin que lo sepamos, pero cuando esa acción de amor es revelada, hay un momento de descubrimiento en el que uno se sabe importante, querido y valorado y esto hace que no nos quedemos indiferentes. Nos llenamos de profunda gratitud y de buenos sentimientos.
Existe en la Iglesia Católica la hermosa tradición de dar un regalo espiritual llamado “ramo o bouquet espiritual”. Consiste en ofrecer oraciones y/o sacrificios por otros para luego presentarlos como regalos a través de un medio que comunique lo que se ha ofrecido por ellos y sus intenciones.
No es solo una manera de buscar el bien para los demás, llevarles alegría y un motivo por el cual estar agradecidos, sino también mostrarles que Dios se hace presente allí donde uno está mucho más de lo que se imagina y de que hay personas como ángeles que nos ayudan a levantarnos cada día y nos acompañan mientras perseguimos nuestros sueños.
Regalamos tantas cosas materiales que la idea de un ramo espiritual puede ser una buena idea para aportar un toque extra a nuestros regalos. No esperemos visitar un santuario, hacer una peregrinación o participar de un retiro espiritual para poder llevarlos a nuestro entorno cotidiano. Después de todo, ¿qué es mejor que poder regalar nuestras oraciones?
¿Qué se puede incluir en un ramo espiritual y cómo presentarlo?
Las posibilidades de oraciones son infinitas. Puedes utilizar oraciones bien conocidas como el Padrenuestro y el Avemaría, así como también elegir tu oración favorita, crear una fórmula propia o elegir alguna que te parezca que puede ser la más pertinente para la situación en la que se encuentra esa persona a la cual se la regalas.
También se puede hacer una coronilla, una Novena, ofrecer una Misa por las intenciones de esa persona, un cierto número de Sagradas Comuniones, una visita eucarística al Santísimo Sacramento, un rosario o cierto número de pequeños sacrificios como el ayuno que consiste en hacer una renuncia por un tiempo determinado dejando de lado algo que nos apetece.
Si bien ofrecerle a alguien un ramo espiritual puede ser tan simple como entregarle una oración sincera en una nota, ¡hay muchas maneras hermosas en las que podemos presentarlo! Tradicionalmente se utiliza una tarjeta que le permite a la persona saber qué es exactamente lo que se ha ofrecido por ella. En internet podemos encontrar varios modelos de tarjetas de este tipo o incluso crear una versión personalizada utilizando un diseño creativo y original.
Un ramo espiritual artesanal
Otra idea es la de crear un "ramo espiritual" artesanal. Si te gusta el arte y te parece que los artículos hechos a mano brindan una alegría extra a los corazones, crea tus propios ramilletes de papel indicando las oraciones y los actos realizados por esa persona. A los niños les encantan estas actividades para divertirse con colores y distintos materiales.
Las flores reales también son excelentes para acompañar una nota, sobre todo si sabemos que la otra persona las aprecia. Incluso podemos ser creativos en su uso como por ejemplo si hemos ofrecido un decenario utilizando un color diferente para cada oración: uno para el Padrenuestro, otro para los diez Avemarías y un tercero para el Gloria.
Bombones y galletas
Si prefieres la cocina, las opciones también son muchas. Puedes crear bombones o galletas con forma de flores según la cantidad de avemarías que has dedicado por esa persona e incluirlas en una bonita caja con una nota que diga las oraciones que cada flor representa. Otra idea es preparar un pastel que lleve flores con el nombre de cada persona por la que has rezado.
Estos signos exteriores expresan nuestros sentimientos de amor y profundizan nuestra vida de oración, ya que junto con los dulces y las flores están estos regalos de naturaleza espiritual que pueden hacer mucho bien cuando otra persona los recibe.
¿En qué situaciones podemos hacer este tipo de regalo?
¡Son muchas las situaciones en las que podemos regalar un ramo espiritual! Los actos de amor que nos predisponen interiormente, dan un sentido de unión muy fuerte aun cuando uno no se considere “tan religioso”. Lo bueno de estos regalos espirituales es que son para todas las edades y todos los bolsillos; y cualquiera puede participar, desde los más pequeños hasta los más ancianos. Estas son algunas ideas:
Regalos para ocasiones especiales
Los ramos espirituales pueden dar ánimo a una persona que está pasando por un momento doloroso como una enfermedad, la pérdida de un familiar o un problema laboral. También se pueden compartir con motivo del aniversario de un fallecimiento para que alguien cercano a esa persona reciba una memoria y apoyo sincero.
Podemos ser creativos con un regalo espiritual al momento de un nacimiento, para el día del cumpleaños de alguien que queremos mucho o en otras fechas especiales como el día de la madre o del padre, el día del amigo o con motivo de una graduación, el comienzo de una nueva empresa, una mudanza o un viaje.
Otras veces no contamos con tanta información, pero sabemos que en el fondo siempre hay necesidades y otros pueden estar viviendo una ocasión especial en la que las oraciones siempre hacen falta y vienen bien. Aún cuando no haya un motivo aparente, sorprender a otro haciéndole un regalo espiritual puede ser el momento perfecto para reanimar el espíritu.
Regalos para el camino de la fe
Hacer regalos espirituales en fechas importantes que nos conectan con nuestra fe como los Sacramentos, nos ayudan a recordar esos aniversarios tan especiales como la Primera Comunión, el día de la Boda, el Bautismo, la primera confesión, la Confirmación o el Sacerdocio reavivando esa gracia que hemos recibido y de la que hemos participado.
Si te ha tocado ser madrina o padrino, o recuerdas al sacerdote que te acompañó en ese momento especial, puedes regalar un ramo espiritual. También el día del santo de una persona es una manera de celebrar la vida de esa persona en su camino de santidad.
Por otro lado, dentro del calendario litúrgico hay otros momentos especiales donde estos regalos cobran gran importancia como por ejemplo la Cuaresma al ser un tiempo especial de ayuno y oración, o la Navidad donde podemos ensanchar el corazón y hacer llegar aquellos regalos espirituales también para ponerlos debajo del árbol.
Piensa dentro de tu círculo más cercano personas que valoren estos detalles y busca unirte a un familiar o a un amigo para hacerle un regalo compartido a alguien que estimen o piensen que lo necesite, como por ejemplo dos esposos que se hacen un regalo por su matrimonio o que se unen en oración para hacerle un regalo espiritual a un hijo.
También entre hermanos se pueden poner de acuerdo para hacerle un regalo a sus padres o a sus abuelos e incluso preparar algo para aquellos familiares que ya no están físicamente y nos acompañan desde el cielo. Los regalos espirituales son excelentes maneras de poder hacerles llegar nuestro amor y aprecio más allá del paso del tiempo o las distancias.
Otra idea es proponer un “amigo secreto” por un lapso de tiempo para rezar los unos por los otros. Esta especie de juego donde todos reciben un nombre para rezar por esa persona que le ha tocado, implica también escoger un día donde se revelen los amigos secretos dándose unos a otros un bouquet espiritual. Este simple “juego” puede llevar la amistad o la relación con nuestra familia, a un plano más profundo.
Regalos para la comunidad
Unirse a la comunidad parroquial a la cual uno pertenece para hacerle un gran ramo espiritual al párroco o a aquellas personas que llevan adelante actividades importantes o se están preparando para una tarea misionera, son algunos ejemplos para hacer este regalo.
También elegir a otras familias de nuestra parroquia que necesiten apoyo u organizar una invitación abierta para que todo el que quiera pueda participar incluso con sus familias enteras, puede ser una excelente oportunidad para que al compartir los ramos espirituales luego tengamos la oportunidad de conocer gente nueva por la que hemos rezado ese tiempo.
Por otro lado, dentro de los grupos de catequesis o grupos de oración para niños los ramos espirituales pueden ser una excelente iniciativa no solo para motivarlos a hacer oración por sus amigos y aprender algunas nuevas, sino también para aportar sus dones creando algo artístico y divertido a la hora de presentarlo. Además, les permite abrirse a otro tipo de regalos - además de los materiales - que son importantes para la vida.
Si frecuentamos una capilla de Adoración, podemos dedicar una hora santa por alguien para el día de aniversario de la capilla u otro día especial. Otra propuesta es expandir los horizontes y dedicar una Hora Santa por el Obispo o el Papa. Luego le haremos llegar un ramo espiritual con un mensaje por carta o por un medio tan simple como escribirle en las redes sociales.