¿La Biblia no detalla nada sobre los orígenes de María? Sabemos que nació de santa Ana y san Joaquín.
Sus padres la llamaron Myriam. Y probablemente vivió en Nazaret, un pequeño pueblo de Galilea, unque otras tradiciones también sugieren las ciudades de Jerusalén, con la supuesta "casa de Ana" o incluso Belén.
Sin embargo, de la lectura de los diferentes evangelios no se desprende nada más acerca de este personaje. ¡Y es el segundo más importante en la Iglesia después de Jesús!
Sólo la tradición de los evangelios apócrifos propone algunos elementos adicionales. Y estos -aun sin pertenecer al dogma de fe- iluminan un poco lo que pudo haber sido la infancia de la Madre de Dios.
Así, el Protoevangelio de Santiago especifica que Joaquín no lograba consolarse de la esterilidad de su esposa Ana.
Pero estando Joaquín ausente, en el desierto, durante cuarenta días, el ángel del Señor se apareció a su esposa para anunciarle que pronto engendraría.
Así se perpetuaría la larga dinastía de mujeres estériles de la Biblia escuchadas por el Señor y puestas por él en condición para dar nacimiento a criaturas destinadas a existencias gloriosas.
Según la tradición, María nació, pues, siete meses después de este santo anuncio. La fiesta de la Natividad de la Virgen se celebra cada año el 8 de septiembre.
La Inmaculada Concepción
En 1854, la declaración del dogma de la Inmaculada Concepción formalizó de alguna manera lo que aquellos escritos apócrifos dicen de la infancia de María. El papa Pío IX decretó, en la bula Ineffabilis Deus:
La fiesta de la Inmaculada Concepción, rechazada por ortodoxos y protestantes, se instauró el 8 de diciembre, nueve meses antes de la Natividad de la Virgen.
Esta pureza original de María se prolongaría con la de la concepción de su santo hijo, para expresar lo que se habla de la Encarnación.
Si los textos canónicos no nos ofrecen más detalles sobre la joven María, no debemos dudar sin embargo de que la joven, dócil a sus padres, tuvo que mostrar piedad y fervor desde los primeros años de su vida. Una infancia digna de una vida de total docilidad a Dios.