Bridget, el producto defectuoso de una madre subrogada
Bridget es una niña ucraniana de 7 años que sufre una discapacidad grave tras un parto prematuro. Su hermano gemelo murió al nacer. Y, dando un paso atrás, en el vientre de su madre biológica había un tercer embrión, que fue extirpado mecánicamente.
Estas 3 vidas fueron concebidas con gestación subrogada. Dos vidas murieron prematuramente. La tercera, que sobrevivió, fue rechazada por padres estadounidenses que habían gastado mucho dinero para fabricarla. Un caso candente, el de ellos: que vino a la luz solo gracias al reportaje de un periodista australiano que abrió la caja de Pandora sobre el mundo sumergido de los llamados "productos defectuosos" de la subrogación.
Víctimas de guerra
¿Tal vez otra guerra ya estaba en marcha? Por supuesto, el frente bélico de Donbass está candente desde hace años. Es el tipo de conflictos que causan víctimas incluso sin tener tanques y drones en el campo.
Esto es cierto para Ucrania y es cierto para todos los demás países. Por citar otro ejemplo: ¿no es un indicio de guerra en curso los datos alarmantes que se dieron a conocer hace unos días en EE.UU., según los cuales la primera causa de muerte entre niños y adolescentes, son las armas de fuego?
Incluso aunque no haya dos evidentes contendientes, seguro que una guerra se reconoce por las víctimas. Esto vale también para la maternidad subrogada: puedes vestir el discurso con mil disfraces, el hecho está en que hay víctimas en el campo. Como Bridget. Nació en Zaporizhzhya, ciudad cuya existencia se desconocía antes de convertirse en centro neurálgico del avance ruso a causa del papel estratégico de la central nuclear allí ubicada.
Y la historia de Bridget podría ser la de una sobreviviente de una devastación nuclear, perpetrada sin embargo por una figura silenciosa, aparentemente inofensiva e incluso considerada una frontera a la vanguardia de la humanidad.
Bridget, rechazo y aceptación
Volvemos a esta historia porque hay una noticia positiva con respecto a Bridget. A principios de abril, el periódico Spiegel International anunció algunos avances alentadores sobre la historia: después de seis años de vida en el hospital, una familia estadounidense solicitó adoptar a la niña. Ellos son Phillip y Kristie Graves, padres que tienen 3 hijos biológicos y una adoptiva, originaria de Armenia y con espina bífida.
Esta última transformó sus vidas, llevándolos a mudarse de casa por necesidades relacionadas con su discapacidad, pero sobre todo les introdujo en la hipótesis de adoptar a otros niños con necesidades especiales.
En el sitio web de una fundación estadounidense que promueve la adopción de niños con necesidades especiales [los Graves, n. de la Redacción] encontraron y conocieron la historia de Bridget. Debajo de su perfil, estaba escrita su diagnóstico. Paraplejia espástica. Una afección mental no especificada. Pie equino. Una malformación congénita de las papilas. Desnutrición.
Los que se quedaron al lado de la niña están tratando de preparar a los futuros padres. No solo en sus gustos sino también en sus necesidades, por ejemplo, las gafas especiales que ningún optometrista en Zaporizhzhia puede hacer. También existen problemas burocráticos. Las autoridades ucranianas se niegan a reconocer la renuncia de la primera pareja estadounidense y, al mismo tiempo, la niña no es ciudadana ucraniana. Y por eso, permanece en el orfanato, bajo la amenaza de las bombas.
Una enfermera no quiso abandonarla
¿Quién se ha quedado al lado de la niña? Después de la negativa de los padres encargados, alguien permaneció cerca de Bridget durante todos estos años. Una madre involuntaria, podríamos decir: una mujer que no lo tenía planeado, pero que no ha vuelto la cabeza para otro lado ante la necesidad de un recién nacido con graves problemas. Su nombre es Marina Boyko, una enfermera con cabello rojo cobrizo brillante.
Marina Boyko es la jefe de enfermeros del hospital donde Bridget pasó los primeros 3 años de su vida. Desde que la niña fue trasladada a un orfanato, Boyko la ha estado visitando regularmente. Le compra ropa, fruta, aretes de plata y, antes de la invasión rusa, la llevaba a rehabilitación en los mejores centros, a veces le hacía hacer terapia con delfines.
La mano materna se reconoce por el detalle de los aretes de plata, signo de un bien que se reserva a alguien que no es sólo un enfermo discapacitado. Pero Marina Boyko también tuvo un rugido de leona para defender a Bridget.
A los padres estadounidenses que pagaron generosamente para tener una madre subrogada se les dijo al nacer Bridget que la bebé tendría pocas posibilidades de sobrevivir. Habiendo decidido el comienzo de esa vida, la pareja estadounidense decidió también el final de la niña, autorizando a los médicos a interrumpir el tratamiento y procurando a la pequeña una muerte "piadosa".
Pero Bridget se salió con la suya. Y fue preocupación de la señora Boyko tocar en repetidas ocasiones a la puerta de aquellos padres que se habían gastado unos 30 mil euros para tener una hija, para documentar cuanta vida inesperada había en el supuesto producto defectuoso.
Cuando la bebé tenía un año y medio, Marina Boyko localizó al padre de Bridget en Facebook y le envió una foto de Bridget riéndose. Matthew Etnyre no respondió. Boyko le escribió a su hermano y luego a la esposa de su hermano. También le escribió a la madre de Matthew, la abuela de Bridget, quien en Facebook mostró mucha simpatía por el hijo autista de algunos de sus amigos. Marina Boyko también escribió a esos amigos.
Uno de ellos respondió, fue el único, y escribió que iría a la policía si ella no dejaba de acosar a la familia.
Un amor all inclusive
Es evidente que Bridget era una presencia molesta para algunos. Todo comenzó según una trama que debía ir en una dirección determinada: el hijo perfecto en el momento justo. Pero el guion se había complicado, reuniendo algunas piezas nos muestra un retrato abierto de lo humano, aquel conmovedor de quien se deja cambiar por los hechos y las presencias y aquel desconcertante de quien vive encerrado y esclavizado por sus sueños.
Eligieron el paquete “Todo incluido estándar”, que incluye una donante de óvulos de una base de datos “dinámica”, un número ilimitado de intentos de inseminación en la madre subrogada (el sitio dice: “Lo intentamos hasta que tengas un bebé”) y una habitación de hotel cinco estrellas. El paquete costó 29.900 euros. No querían conocer a la madre sustituta elegida por BioTexCom.
Estos son los términos del contrato de gestación subrogada del cual nació Bridget. No fueron padres dispuestos al “todo incluido”. Bridget nació y la rechazaron porque era discapacitada. Bridget sobrevivió e hizo grandes avances en su crecimiento físico e intelectual, pero respondieron con el silencio a las insistentes solicitudes de escucha de Marina Boyko.
Queda en suspenso pensar qué experimentan, en lo profundo, estos padres que han rechazado repetidamente a una niña deseada.
Sin embargo, no faltan piezas que despiertan asombro. Astillas de bien en medio de la guerra, entendida en un sentido amplio. Sugiere pensar un detalle relativo a la madre biológica, la que la llevó en su vientre durante 9 meses.
Como la niña fue rechazada por sus padres estadounidenses, la madre biológica se quedó con Bridget en el hospital durante casi 5 meses, el período antes de que Marina Boyko la cuidara. Dormía con Bridget, la alimentaba, según documentos del hospital, le compró las medicinas y se las daba. También llamó a un sacerdote y la hizo bautizar con el nombre de María.
A María la aman en Maryland
Un gesto de verdadera madre. Después el padre de esta mujer rechazó que la niña se uniera a su familia. Detrás de esta historia hay una larga lucha, y se vislumbra un pequeño hilo rojo. Bautizada con el nombre de María, Bridget espera volar a los Estados Unidos en Maryland, literalmente la tierra de María.
La tierra aún acoge la presencia materna de la Virgen.
La raza humana puede traicionar de muchas maneras la vida, pero la paciencia de la Madre celestial sigue siendo nuestra compañera y se viste también de terquedad, como la de una enfermera pelirroja, o pone Su mano en el gesto eterno del que es capaz una mujer reducida a vender su vientre.
Aquí está el vídeo acerca de la historia de Bridget: