El mes de mayo es el mes dedicado especialmente a María, en el que es tradición realizar alguna romería en honor a Nuestra Madre.
El buen tiempo, el hecho de que los campos estén floridos y que la primavera nos inunde de vida, provocan que sea un mes agradable para salir al aire libre. Por esta razón podemos aprovechar para visitar con la familia algún santuario mariano cercano.
Visitas a la Virgen
Son innumerables las advocaciones de la Virgen María: cada pueblo y ciudad tiene la suya propia a la que dedica un gran santuario o una pequeña capilla.
Y es una buena costumbre de buen hijo, el ir a visitar a su madre. Así que cuando vayamos a algún lugar podemos ir a visitar a su Virgen, su Patrona. Ponernos a sus pies y dedicarle un momento de oración. Si vamos con la familia, nuestros hijos aprenderán una piadosa tradición.
Colección de estampas
Normalmente a la entrada del templo o capilla suele haber una mesa con estampas dedicadas a la Virgen, con su imagen y una breve oración. Os invito a cogerla, rezarla y guardarla. Os guiará durante ese viaje y durante el viaje de la vida.
Después, al llegar a vuestra casa, ponedla junto a otras en un sobre o en una cajita. Así podéis albergar en vuestra casa una preciosa colección familiar de estampas de la Virgen de vuestros viajes y visitas.
¿Y se hacemos una manualidad?
Algunas de esas estampas son preciosas y es una pena tenerlas guardadas. Por eso desde Aleteia os animamos a realizar una manualidad para tener presente a la Virgen y para que nuestros hijos le construyan una capilla o santuario para poder visitarla en casa.
Si tenemos muchas estampas, incluso podemos cambiarlas dependiendo de la festividad que celebremos: el 13 de mayo, la Virgen de Fátima; el 16 de julio, la Virgen del Carmen; el 12 de octubre, la Virgen del Pilar; el 12 de diciembre, la Virgen de Guadalupe…
¿Qué materiales necesitamos?
- Palos de madera.
- Estampas o figuritas de la Virgen.
- Flores, perlas de colores o pompones para adornar.
- Pintura acrílica.
- Pegamento o silicona líquida y tijeras.
- Cinta para colgar.
Seguir estas indicaciones…
- Primero, juntar varios palitos de madera y, por la parte trasera, pegar uno con otro. Calcular los palitos que necesitamos según la anchura de la estampa o figurita de la Virgen que queramos poner.
- Después, pegar un palito en la parte inferior de la estructura del fondo- base-, otros dos a ambos lados, ligeramente inclinados y los últimos, en la parte superior, como si de un tejado se tratara.
Si queremos dar profundidad a la casita, podemos repetir estos pasos varias veces. Recomiendo hacerlo en la base, así la capilla se aguantará mejor de pie.
- Seguidamente, podemos pintar la madera del color que más nos guste con pintura acrílica. También podemos dejarlo de color natural.
- A continuación, adornaremos la casita de madera con el material que prefiramos: pompones, perlitas de colores, flores de papel o estrellas.
- Por último, pegaremos la imagen de la Virgen que más nos guste, pero de manera que la podamos pegar y despegar fácilmente. De esta forma, podremos cambiar la imagen de la Virgen dependiendo de la fecha en la que estemos.
Sugerencia: podemos añadir una cinta del color que más nos guste en la parte trasera de la casita y así poder colgar nuestra pequeña capillita.
¡Ya está lista nuestra capilla familiar para poder visitar a la Virgen en nuestra casa!
También podemos obsequiar a alguna amiga o familiar con una capilla de la Virgen que lleve su nombre o regalársela a los abuelos. ¡Seguro que les hace mucha ilusión!
Aquí tienes algunas ideas de capillita de la Virgen: