Jesús en el Evangelio de Marcos nos invita a comprender un aspecto importante en la vida: dormir bien para tener un descanso adecuado. Hace una invitación a sus Apóstoles, que regresan cansados de su misión y al mismo tiempo entusiasmados contando lo que hicieron, y les invita con ternura a descansar.
Jesús se preocupa por el buen descanso de sus amigos. ¿Nosotros seguimos su enseñanza preocupándonos por el descanso de nuestros hijos pequeños y también adolescentes?
Los profesionales hacen hincapié en su importancia y recomiendan estar atentos y mejorar los hábitos de sueño para que no generen problemas de salud a corto y largo plazo, entre ellos el sobrepeso y la obesidad.
Dormir poco está asociado a más probabilidad de presentar obesidad
Varias investigaciones comprueban que los adolescentes que duermen menos de ocho horas tienen mayor probabilidad de desarrollar sobrepeso, hipertensión arterial, niveles altos de lípidos y glucosa en sangre.
Por lo que es importante:
- Saber a qué hora deben acostarse nuestros hijos.
- Establecer rutinas para el buen descanso.
Esto aportará múltiples beneficios a su salud.
Además, desarrollar una buena higiene del sueño también le ayudará a su desarrollo y madurez cerebral. Esto les permite estar bien atentos durante el día y tener una gran capacidad de aprendizaje y memoria.
Somos los padres los que podemos ayudar a nuestro hijos para que desde pequeños tengan y mantengan una buena higiene de sueño a través de rutinas para que se acuesten en su cama temprano y ese momento sea de relajación y descanso reparador.
Menos sueño, menos salud en nuestros jóvenes
El estilo de vida moderno ofrece a los jóvenes entretenerse durante la noche con la televisión, las computadoras o los celulares, desplazando el placer del sueño. De esta manera se promueve mantenerse despierto durante la primera mitad de la noche, descansando recién pasada la medianoche. Sin embargo, los horarios de colegio y trabajo se mantienen y requieren despertarse temprano.
La consecuencia inmediata de esto es la reducción de horas de sueño, pero con el tiempo puede generar problemas mayores.
En el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESCC 2022) que se llevó a cabo este año en Barcelona, se mostró un estudio realizado en España por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Con él se ha comprobado que aquellos adolescentes que duermen menos de 8 horas tienen un probabilidad más alta de presentar sobrepeso u obesidad que los que duermen lo suficiente.
Su autor, Jesús Martínes Gómez, explica:
"Nuestro estudio muestra que la mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente y que esto está relacionado con el exceso de peso y las características que promueven el aumento de peso, lo que podría generarles problemas futuros. Actualmente estamos investigando si los malos hábitos de sueño están relacionados con un uso excesivo frente a dispositivos electrónicos, lo que podría explicar por qué los adolescentes de más edad duermen incluso menos que los más jóvenes".
Asimismo la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan que los niños entre 6 a 12 años duerman por la noche de 9 a 12 horas y los jóvenes de 13 a 18 años entre 8 a 10 horas para tener una salud óptima.
Es necesario dormir 8 horas y que el sueño sea de calidad
Del mismo modo que es importante la cantidad de horas que se duerme, lo es la calidad del sueño, es decir, no es suficiente con dormir las 8 horas sino que lo ideal es tener un sueño reparador. Pero para ello encontramos que hay muchos factores que debemos tener en cuenta, que influyen en la calidad y podemos modificar progresivamente.
El Papa Francisco, en el rezo del Angelus del 18 de julio de 2021, destaca que uno de los aspectos importantes de la vida es el descanso y decía: "No se trata solo de descanso físico, sino también de descanso del corazón. Porque no basta 'desconectar', es necesario descansar de verdad".
Algunos consejos que ayudan a un buen descanso
1Rutinas
Es fundamental comenzar desde pequeños a establecer rutinas de sueño. De esta manera se ayuda a que llegada cierta hora sobrevenga el sueño. Cuando aparecen los primeros signos de sueño como son los bostezos, el parpadeo acelerado o la sequedad en los ojos, hay que ir a dormir, ya que esta necesidad de dormir desaparece a los 15 minutos.
2Alimentación
Evitar comidas copiosas, pesadas, preferir cenas más livianas, saludables. Y no menos importante es que se deben realizar al menos 1 hora antes de acostarse.
3Excitantes
Evitar bebidas excitantes a partir de la media tarde, por ejemplo café, té, mate, alcohol y bebidas energizantes, tan de moda pero poco saludables en los jóvenes. Su consumo cerca de la hora de dormir puede generar insomnio o retardar el sueño.
4Horarios
Intentar levantarse y acostarse siempre a la misma hora. En los adolescentes esto puede ser una dificultad, por eso lo ideal es crear el hábito del sueño desde pequeñito.
Uno de los mayores problemas para que los jóvenes se acuesten temprano es que están entretenidos con el móvil. En ese caso, es fundamental establecer horarios para su uso y que sea lejos de la hora de dormir.
5Actividad física
Incentivar a nuestros hijos a realizar algún tipo de actividad física a diario durante el día, ya que favorece el descanso nocturno. Evitar realizarla antes de acostarse, lo ideal es en la mañana o en la tarde.
6Orar
Crear este hábito en los niños es muy bueno. Debemos animarles a pedirle a Dios que tengan un buen descanso y que den gracias a Dios por algunas cosas que les sucedieron en el día.
Como padres debemos estar atentos a los horarios de sueño y su calidad, así como enseñarles rutinas desde pequeños para evitar problemas de salud más adelante.