Encontrar el balance perfecto en cada área de nuestra vida es el estilo de vida que nos propone el mismo Jesús, ya que en Él encontramos las bases para vivir con sentido y apreciar cada detalle en cada día.
Jesús creció y se desarrolló sanamente en su seno familiar, aprendiendo, jugando, desarrollando y apreciando cada detalle; y en su vida adulta, formó buenas amistades que lo acompañaban. Siempre libre y despojado de todo, lo único con lo que cargaba eran sus sandalias y su vestimenta.
Al día de hoy, crecemos desarrollando apegos que nos impiden ser libres y apreciar los pequeños detalles que nos regala Dios en el mundo, en la naturaleza y en el rostro de nuestros hermanos.
Muchos de sus discípulos y santos han logrado desapegarse del mundo y de las cosas del mundo, teniendo como meta lo eterno, puesto que somos peregrinos en este mundo, buscando llegar a la meta de la vida eterna con Cristo.
Amar inteligentemente
El secreto para llevar este bello y sencillo estilo de vida es: amar. Por ello, el autor y conferencista Matthew Kelly, en uno de sus libros, destaca que para llevar este estilo de vida es necesario entender que fuimos creados para amar y ser amados y las cosas han sido hechas para ser usadas.
Sin embargo, señala que "solemos amar más a las cosas y no a las personas", y de ahí parten esos apegos hacia lo banal y lo temporal.
Además, comparte el siguiente ejemplo para ver si estamos amando correctamente: "revisa tu calendario y explora las cosas a las que dedicas tu tiempo".
De ahí, observa si tus prioridades giran en torno a las de Jesús y al Evangelio. Si en tu agenda o en tu calendario hay otras prioridades, quizás debamos estructurarlas.
Las personas son prioridad por su valor
El estilo de vida actual se basa en tener más y más cosas cada día, en lugar de valorar a cada persona de la que podemos aprender. Jesús nos enseña que las personas deben ser prioridad en nuestra vida, a diferencia de las cosas que deben tener un plano secundario.
Estos son dos sencillos y prácticos consejos que debes recordar para valorar más tu vida y a las personas que te rodean antes que a las cosas materiales.
1Tu tiempo
No hay nada más valioso que el tiempo que le dedicas a las personas que amas y tus actividades diarias.
Añade un espacio para pasar tiempo de calidad con tu seno familiar, como lo hizo Jesús, quien nunca se olvidó de su madre, María Santísima, ni de su padre, san José. Así como con tus amigos.
2Ten un balance
Sin duda es importante balancear la vida. Así podrás dedicar más tiempo a los demás en lugar de dedicarlo todo a tu trabajo.
El equilibrio en todas nuestras áreas nos hacen inclinarnos más por el estilo de vida que Jesús nos enseña.