"Si os desanimáis, bebed un vaso de agua y seguid adelante", dijo el Papa Francisco durante un encuentro con representantes de centros asistenciales y caritativos portugueses el 4 de agosto de 2023. Ante ellos, el Papa pronunció un discurso en gran parte improvisado, en el que les instó a vivir un amor "concreto" y no "abstracto".
El tercer día de su visita a Portugal, durante la JMJ en Lisboa, el Papa visitó el centro parroquial Serafina de la capital portuguesa, que alberga diversas organizaciones de ayuda a los más necesitados.
Tras los saludos de los responsables del centro, el Papa comenzó a leer su discurso, pero rápidamente se interrumpió, disculpándose por no poder leer "bien" debido a sus gafas, y ofreciéndose a entregar su texto escrito para que pudiera ser "publicado más tarde".
El Pontífice, de 86 años, que habló en español, resumió sin embargo el "espíritu" de su discurso en una palabra: "concreción". "El amor abstracto no existe, no existe, el amor platónico está en órbita, no es la realidad. El amor concreto es el que nos ensucia las manos", insistió.
Advirtió contra "una vida destilada que existe en mi imaginación pero no en la realidad". Antes de rendir homenaje a quienes se dedican a obras de caridad: "Cuántas vidas destiladas, inútiles, pasan a la existencia sin dejar huella porque su vida no tiene peso, y aquí tenemos una realidad que deja huella".
En el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, motivo principal de su visita a Portugal, el jefe de la Iglesia católica rindió homenaje a las organizaciones humanitarias, que siguen siendo "jóvenes" y "se ensucian las manos tocando la realidad y la miseria de los demás".
Para concluir, el Papa instó a los voluntarios a no desanimarse. "Y si os desanimáis, bebed un vaso de agua y seguid adelante", dijo. A continuación, el Papa saludó a unos niños que cantaron una canción para él, y bendijo a personas discapacitadas en una iglesia adyacente.
Antes de este encuentro, el Papa había confesado a tres jóvenes en el "Parque del Perdón", equipado con confesionarios. A continuación, almorzó en la Nunciatura Apostólica con una decena de jóvenes de la JMJ, de entre 17 y 34 años, procedentes de Portugal, Perú, Colombia, Brasil, Filipinas, Estados Unidos, Palestina y Guinea Ecuatorial.
Al final del día, se reunirá con los cientos de miles de jóvenes de más de 120 países que le dieron la bienvenida oficial el 3 de agosto para el tradicional Vía Crucis en el Parque Eduardo VII.