Muchos de nosotros corremos constantemente el riesgo de agotamiento emocional, social, físico e incluso espiritual. Incluso cuando nos damos cuenta de que hemos sido bendecidos con muchos dones y bendiciones, podemos sentirnos agotados.
Por desgracia, las claves eficaces para afrontar esta amenaza no están ampliamente disponibles, integradas y exploradas en la sabiduría religiosa y secular.
Aunque nadie desea el agotamiento, muchas de las soluciones propuestas solo proporcionan un alivio temporal y no llegan al núcleo.
Hay claves que funcionan tanto a corto como a largo plazo
Cuando empezamos a aceptar estas claves y a entusiasmarnos con el potencial que tienen para crear nuestra mayor resiliencia, la posibilidad de agotamiento se reduce enormemente, al igual que el miedo asociado al agotamiento (que suele ser igual de malo).
A continuación encontrarás los 10 pasos más importantes para evitar el agotamiento. Si bien cada uno merece un libro (o podcast) para profundizar en los detalles, no hay ninguna duda de que comenzar con estas 10 áreas proporciona un marco para perseguir el florecimiento como Dios manda.
Las 10 claves para evitar el agotamiento:
1Sueño
El sueño es una de las mayores bazas para prevenir el agotamiento. Cuando no hacemos del sueño una de las principales prioridades de nuestra vida, invitamos a todas las emociones difíciles a entrar en nuestro funcionamiento.
2Alimentación sana
La mayoría de las personas que creen que comen de forma sana en realidad no lo hacen en absoluto. Cuando aprendemos cómo Dios gestiona realmente la nutrición en nuestros cuerpos y mentes, descubrimos una capacidad que no habíamos visto antes.
3Autocontrol
Los dispositivos diseñados para proporcionar comodidad y accesibilidad a nuestras vidas nos agotarán a menos que aprendamos a controlarlos y a no dejar que nos controlen. A veces esto significa renunciar a ellos por completo.
4Movimiento
Los seres humanos fueron diseñados para estar en movimiento, no solo para sobrevivir, sino también para prosperar. No debemos tratar la actividad regular como algo opcional.
5Oración
Cada oración tiene un propósito y una promesa más allá de nuestra capacidad de comprensión; pero la oración en movimiento ofrece oportunidades que la oración sedentaria no ofrece.
6Apertura a la incomodidad
Para experimentar plenamente el amor de Dios, debemos estar dispuestos a experimentar incomodidad. Si no lo hacemos, nos resultará difícil experimentar la gracia y la gratitud.
7Silencio
Necesitamos el silencio para conocernos a nosotros mismos como hijos de Dios y a Dios como nuestro Padre. Nada -ni siquiera la mejor dirección espiritual- podrá sustituir el conocernos a nosotros mismos y a Dios en el silencio del alma.
8La vida como una aventura
La vida es una aventura que hay que vivir segundo a segundo. Todo el mundo, independientemente de su vocación, debe entenderlo y aceptarlo. De lo contrario, la desesperación siempre estará a un paso. Las caídas pueden ser una oportunidad para crecer, pero sólo si vemos la vida como una aventura.
9Confianza en Dios
Las personas de nuestra vida son uno de los mayores regalos que Dios nos ha dado. Pero no podemos depender de ellas, ni ellas deben depender de nosotros para cumplir necesidades y deseos. Solo cuando miramos continuamente a Dios y a toda su creación nos liberamos para amar y vivir plenamente.
10Identidad clara
Ante todo soy hijo de Dios. Ningún papel, ninguna vocación podrá igualar esta verdad. Ser sacerdote, padre, familiar, amigo o empleado puede ser mi vocación. Pero no es mi esencia. En el fondo, soy hijo de Dios.