México es uno de los países con mayor número de católicos del mundo, el 77.7% de la población se identificó como tal en el último censo poblacional (2020); quizá por ello, gran parte de la expresión cultural nacional está relacionada con la fe.
Este es el caso de los monumentos o estatuas. En diferentes partes del país existen Cristos gigantes, edificados por muy variados motivos, que además de adornar el horizonte, materializan la gran fe que caracteriza al pueblo mexicano.
Una oración monumental
Más allá del innegable valor estético y arquitectónico que estos monumentos representan, algunos de ellos son, más bien, una constante y monumental oración; en ocasiones de gratitud y alabanza, pero algunas otras, de petición y abandono.
En el caso del Cristo Rey de Pachuca, edificado por unos mineros que lograron salir con vida después de quedar atrapados dentro de una mina, su grandeza nos lleva a la alabanza; otros, como el Cristo de Zacatecas, instalado como un protector y pacificador en uno de los estados que más han sufrido la extrema violencia e inseguridad del país, nos recuerdan la importancia de permanecer orantes y confiados a su protección.
Para conocer cuáles son los Cristos más grandes de México y un poco más de su historia, consulta la siguiente galería.