Santa Rosa de Lima es la patrona de Perú, América, las Indias y Filipinas. La fiel representante de las enfermeras peruanas y de la policía nacional nació en Lima en 1586 y su verdadero nombre fue Isabel Flores de Oliva, pero su madre comenzó a llamarla ‘Rosa’ cuando descubrió que su rostro lucía sonrosado y poseía una gran belleza a medida que crecía.
Ella fue una mujer que recibió el llamado de Dios a través de la entrega total de su vida, consagrándose a Jesús en cuerpo y alma. No fue religiosa, sino laica -de la orden de Santo Domingo-, siendo su principio fundamental en la vida amar profundamente a Dios desde que escuchó al Niño Jesús decir: "Rosa, conságrame todo tu amor".
Desde ese momento, su inclinación por orar y meditar se incrementó. Su amor a Dios y al Niño Jesús fue tan grande que por eso algunos artistas la representan con el Niño Jesús en brazos.
Aleteia reunió 5 virtudes de esta santa que todos podemos imitar y volver parte de nosotros.
1Humildad
Santa Rosa de Lima era una joven muy bonita, pero ella no presumía esta belleza, sino que, al contrario, llegaba a despreciar su propia belleza. Además, siempre tuvo una vida sencilla y modesta.
2Amor a los pobres
Ella se caracterizaba por su generosidad, solidaridad y compasión. Siempre estaba dispuesta a ayudar a los pobres, enfermos y esclavos, y compartió lo que tenía con los más necesitados.
3Laboriosidad
La santa peruana ayudaba en las labores de su hogar, visitaba a los enfermos, para atenderlos, y apoyaba a sus padres en tareas del huerto y de costura. Ella dedicaba la mayor parte de su día a trabajar, orar y ayudar a los demás.
4Oración constante
Rosa nunca dejaba de alabar a Dios, su amor desbordaba y siempre daba fe de las bondades que recibía del Señor. Ella entendía la oración como una forma de comunicarse con el Padre y sentir su presencia, bondad y amor.
5Fe incondicional
Isabel Flores de Oliva tenía mucha confianza en la bondad y misericordia de Dios. Ella creía en el perdón de los pecados mediante el sacrificio y la entrega total a los más necesitados.