En el avión hacia Ulan Bator, el Papa Francisco manifestó a los periodistas a bordo su alegría por visitar Mongolia, país al que llegó el 1 de septiembre de 2023. "Hay pocos habitantes, una población pequeña pero una gran cultura", dijo a la prensa.
Poco después de despegar de Roma, y como es su costumbre, el Papa se dirigió brevemente a los 66 periodistas a bordo del avión. A continuación les saludó uno por uno, intercambiando a veces algunas palabras con algunos de ellos.
Dirigiéndose a todos los periodistas a bordo, el Papa les dio tres consejos para ayudarles a "comprender" Mongolia: dar prioridad a sus "sentidos" sobre su intelecto, en particular escuchando el "silencio tan largo y tan grande" que domina este país.
Como melómano, les instó a escuchar la música del compositor ruso Alexander Borodin (1833-1887), que fue "capaz de expresar la nobleza y la grandeza de Mongolia". Borodin escribió la pieza sinfónica titulada Dans les steppes de l'Asie centrale (En las estepas de Asia Central). "Hay pocos habitantes, una población pequeña pero una gran cultura", insistió el Pontífice.
"Los trabajadores son sagrados"
Un periodista español preguntó al Papa si encontraba "difícil" la diplomacia. "Usted no sabe lo necesario que es a veces tener sentido del humor", respondió.
Recientemente, los comentarios del Papa durante una videoconferencia con jóvenes católicos rusos suscitaron un acalorado debate en Ucrania. Las palabras del Papa fueron juzgadas por Kiev como demasiado rusófilas. Al final, la Santa Sede publicó un comunicado en el que afirmaba que el jefe de la Iglesia católica no había querido "exaltar lógicas imperialistas" durante la conversación.
Durante el vuelo, el Pontífice reaccionó por fin a la muerte accidental de cinco trabajadores ferroviarios el jueves 31 de agosto cerca de Turín, afirmando que los accidentes laborales son "una calamidad y una injusticia" y que "testimonian siempre una falta de cuidado". "Los trabajadores son sagrados", insistió.