Si hay alguna situación para la que no se ha preparado totalmente la sociedad es esta: una ruptura de noviazgo. A pesar de ser muy frecuente, no existe un manual exacto de lo que se puede hacer y sentir en ese momento. Se escucha, teóricamente, sobre las fases que pasa el corazón para sanar, pero no se sabe con exactitud cómo hacer ese proceso.
Es por ello que dejamos algunos consejos que hemos reunido del podcast de Entiende tu mente, el cual es dirigido por Molo Cebrián, comunicólogo y estudiante de psicología, acompañado de dos profesionales: Luis Muiño, psicoterapeuta y divulgador de información psicológica; y Mónica González, ingeniera y coach. A través de su episodio “Poner fin a una relación de la forma más saludable”, encontramos algunos tips que pueden ayudar a procesar el duelo del término de un noviazgo.
Estos presentadores aseguran que las relaciones que ya no tienen futuro deben terminar en ese momento y no prolongarse, pues si una relación continua por mucho más tiempo del debido, se corre el riesgo de que el individuo no pueda conocer a otras personas más afines, e incluso, en casos más extremos, que pierda la esperanza de amar y ser amado.
No hay peor soledad, que la soledad, que sentimos cuando estamos acompañados”. -Mónica González.
Lo mejor es soltar a aquella persona que estuvo en tu vida y entender que los momentos que se pasaron con ella son parte del pasado. Porque una vez que aceptemos que se ha ido, podremos encontrar un futuro esperanzador.
Estos son los consejos que se recomiendan para tener un buen proceso de duelo ante una ruptura:
1Contacto cero
Se recomienda que ante los primeros días de la ruptura, no se busque establecer ningún tipo de contacto con la ex pareja porque, aunque pueda ser muy doloroso, es necesario desprenderse de aquellos “recuerdos bioquímicos”, que quedan en el cerebro sobre la otra persona.
Así que es mejor no verle, no escucharle, no olerle; en sencillas palabras, nada de contacto. Incluso, es importante eliminarle (y bloquearle) de las redes sociales. Recuerda que lo fundamental es que tú puedas encontrar la paz, y si es necesario pedirle a la expareja que no te contacte, no dudes en hacerlo.
Se menciona que, mínimo, es necesario pasar de un mes y medio a dos meses sin saber nada de la otra persona para asegurar que los recuerdos que se despiertan a nivel hormonal al estar en contacto con la persona amada, disminuyan. Si sientes la necesidad de hablar con la otra persona, lo mejor es que ores por ella; pero tú sigue superando, en compañía de Dios.
2Disfruta tu libertad
El "vacío" que deja la otra persona al irse no es más que la costumbre de tenerla a lado. En esta etapa puedes disfrutarte, definir lo que quieres, lo que te hace falta. Pero sobre todo, no buscar una nueva relación que cubra ese "hueco" en el corazón.
El lado positivo de una ruptura es la oportunidad de acercarse al Señor como antes no lo habías hecho. Si necesitas una persona para salir al cine, dile a Dios que te acompañe, Él será la mejor compañía que podrías desear. Si prestas atención verás cómo se presenta a todos lados que le pidas que esté.
3No sobrepienses sobre cómo terminó la relación
Una de las peores cosas que puedes hacer cuando recién terminas la relación es traer a tu mente constantemente el recuerdo de cómo acabó el noviazgo. No caigas en estos pensamientos porque pueden anclarse a tu mente y dificultar tu proceso de sanación. Mejor ofrece cada vivencia a Dios, agradece por los buenos momentos, perdona los malos y pide por unos mejores.
4Redecora tu vida
Hay que probar nuevas cosas y experiencias que no estén asociadas a la expareja. Volver a esta etapa de descubrir para encontrar lo que nos parece atractivo. Por ejemplo, puedes escuchar música distinta, pero cuida que no sean melodías tristes, pues los psicólogos de este podcast mencionan que las canciones de duelo no ayudan en el proceso; así que mejor escucha canciones que te pongan a reír, bailar y alegrarte.
Cambia de forma de vestir, de corte de cabello; haz aquello que has querido hacer, pero temías probar. Esta etapa ayuda a que las hormonas vean que estás iniciando un reencuentro lleno de amor.
Recuerda:
Las rupturas de noviazgo, no son relaciones fallidas, son un momento de crecimiento y superación, pero ese momento es más bello si se comparte con Dios. Deja que el Señor sea el guardián de tus sentimientos para que, mientras te encuentras sanando, Él resguarde lo más valioso de ti, que es tu corazón.
Pasado ese momento de tristeza, lo que viene será mucho mejor”. -Mónica González.