Para el Papa, es mejor un cristiano que "se equivoca pero sigue siendo sincero" que uno que "miente". Este fue el tema de la meditación que pronunció en la Plaza de San Pedro durante el Ángelus del 1 de octubre de 2023.
Al introducir la oración mariana, el Pontífice meditó sobre la parábola bíblica de los dos hijos, el primero de los cuales dice "sí" a su padre pero no obedece, y el segundo de los cuales se niega a obedecer y luego cambia de opinión. Vio en el primer hijo a un "corrupto" que "miente sin problema para encubrir y ocultar su desobediencia, sin aceptar ningún diálogo ni confrontación honesta".
El 266º Papa prefirió el "no" franco del segundo hijo, que "no es perfecto, pero es sincero". Y reconoció el "sentido del coraje" de este comportamiento "recto", que "actúa a la luz del día" y asume sus responsabilidades. Su "honestidad fundamental" le llevará a "volver sobre sus pasos".
El segundo hijo es pecador, explicó, pero no corrupto. Y "para el pecador, siempre hay esperanza de redención. Para el corrupto, en cambio, es mucho más difícil", dijo el Papa, señalando que "sus elegantes apariencias" le impiden escuchar las "llamadas de la conciencia". "Estos hipócritas hacen mucho daño", dijo Francisco.
En conclusión, el jefe de la Iglesia católica animó a los fieles a estar "dispuestos a decir 'sí' cada día, aunque (les cueste)", a ser "sinceros en (su) confrontación con Dios sobre (sus) dificultades, (sus) caídas, (sus) fragilidades", sin conformarse con "quedar bien".