Santa María Faustina Kowalska, "la secretaria de la Divina Misericordia" elegida por el mismo Jesucristo, nos ha dejando en su diario la maravillosa fuente del infinito amor de Dios por la humanidad, para ganar el cielo y rogar que se apiade de nosotros y del mundo entero.
¡Oh sangre y agua, que brotaron del corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío!