En su exhortación apostólica Es confianza, dedicada a la santa francesa Teresa de Lisieux (1873-1897) y publicada el 15 de octubre de 2023, el Papa Francisco invita a "teólogos, moralistas, pensadores espirituales" y a todos los fieles a ir más allá de "una lógica legalista y moralizante", inspirándose en la enseñanza de la carmelita doctora de la Iglesia. "Al final, solo cuenta el amor", insiste el 266º Papa en este documento de quince páginas dedicado a la mujer a la que a menudo se ha referido como su santa predilecta.
El pontífice argentino había anunciado este texto en la audiencia general del 7 de junio, cuando recibió las reliquias de santa Teresa del Niño Jesús con motivo del 150 aniversario de su nacimiento en Alençon (2 de enero de 1873) y del centenario de su beatificación (29 de abril de 1923).
El Pontífice, de 86 años, eligió la fiesta de otra monja carmelita, santa Teresa de Ávila, como fecha de publicación para hacer más universal el mensaje de "la pequeña Teresa", explica en su exhortación apostólica. Para el Papa, a diferencia de Santo Tomás de Aquino, la aportación de Teresa de Lisieux no es "analítica", sino "sintética, porque su genio es llevarnos al centro, a lo esencial, a lo más indispensable".
"Si todas las enseñanzas y normas de la Iglesia tienen su importancia, su valor, su luz, algunas son más urgentes y más estructurantes en la vida cristiana", afirma el sucesor de Pedro. Esta "jerarquía de las verdades de la Iglesia" se aplica también a los "dogmas de fe" y a la "enseñanza moral", insiste.
"El centro de la moral cristiana es la caridad, que es la respuesta al amor incondicional de la Trinidad", explica el pontífice. "Al final, solo cuenta el amor", escribe varias veces a lo largo de su texto, inspirándose en la mujer que fue declarada Doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1997 por Juan Pablo II.
Para el Papa Francisco, el "radicalismo evangélico" de Teresa de Lisieux va más allá de "una lógica legalista y moralizante que llena la vida cristiana de observancias y preceptos y congela la alegría del Evangelio".
A continuación, exhortó a "los teólogos, moralistas y pensadores espirituales", así como a los pastores y a todos los creyentes, a "recoger esta genial intuición de Teresa y sacar de ella las consecuencias, tanto teóricas como prácticas, tanto doctrinales como pastorales, tanto personales como comunitarias". "Hará falta audacia y libertad interior para lograrlo", concede de paso.
El camino de la confianza y del amor
Más ampliamente, el Papa propone a todos los cristianos el "caminito" de Teresa, que es "el camino de la confianza y del amor", o "de la infancia espiritual". "Frente a una concepción pelagiana de la santidad, individualista y elitista, más ascética que mística, que pone el acento sobre todo en el esfuerzo humano, Teresa subraya siempre la primacía de la acción de Dios, de su gracia", prosigue.
El pontífice argentino se detiene largamente en el tema principal de su exhortación apostólica, "la confianza", que nos libera "de cálculos obsesivos, de preocupaciones constantes por el futuro, de miedos que quitan la paz" y que "nos permite poner en manos de Dios lo que solo Él puede hacer". Esta confianza, dice el Papa, deja "energías disponibles para buscar el bien de nuestros hermanos y hermanas".
Uno de los descubrimientos más importantes
"Uno de los descubrimientos más importantes de Teresa", continúa el Papa Francisco, es que ella "entró de manera extraordinaria en las profundidades de la misericordia divina y sacó de ella la luz de su esperanza sin límites".
"El pecado del mundo es inmenso, pero no es infinito. En cambio, el amor misericordioso del Redentor es infinito", asegura.
El Papa reflexiona también sobre la cita de la joven monja carmelita: "En el corazón de la Iglesia… seré amor", que considera "la opción radical de Teresa, su síntesis definitiva, su identidad espiritual más personal". Este corazón, señala, "no es el corazón de una Iglesia triunfalista, es el corazón de una Iglesia amorosa, humilde y misericordiosa". Una visión que debe ayudar a los cristianos a no "escandalizarse por las limitaciones y debilidades de la institución eclesiástica, marcada por oscuridades o pecados", sino a buscar el "corazón ardiente de amor", cuyo fuego "sigue reavivándose con cada uno de nuestros actos de caridad".
En una época de "individualismo", en la que "prevalecen las necesidades más superficiales", en la que "el ser humano está obsesionado por la grandeza y las nuevas formas de poder", Teresa "nos muestra que es hermoso hacer de la vida un don", y seguir "el camino de la humildad", concluye el Papa Francisco.
Los lazos entre el pontífice argentino y Lisieux se han estrechado en los últimos meses con motivo del Jubileo de la santa. Además de la llegada de las reliquias el pasado mes de junio, en diciembre de 2022, una delegación de la ciudad presentó al jefe de la Iglesia católica dos cartas con varias propuestas: una invitación para venir a Lisieux; una petición para nombrar a Teresa patrona de los sacerdotes del mundo y, por último, la publicación de una carta apostólica en relación con el Jubileo de Teresa.