El apostolado puede vivirse de distintas maneras, así lo muestra la cantante Adri Duque con su experiencia de visitar cárceles para compartir la palabra de Cristo. Ella menciona que esta labor es un llamado al Cielo porque le hace feliz cumplir con la misión que Dios le ha impuesto.
En sus visitas al reclusorio acompaña espiritualmente a los reclusos por medio del rezo del rosario, del programa de formación que busca el renacimiento de los valores y de las capacitaciones que ofrece para confección de prendas de vestir, lo cual les ayudará a obtener un empleo.
"Les damos el trabajo, son maquilas donde ellos pueden laborar, rebajar su pena, para que sus condenas sean cumplidas con mayor tranquilidad".
Una problemática importante que ella nota es que en las cárceles se presentan momentos de soledad; a pesar de que estén varias personas en un mismo lugar, no se escuchan realmente, cada quien vive en su propio mundo. Por eso, busca escucharlos y, sobre todo, rezar por ellos.
Su aprendizaje más significativo
"Una de las cosas más valiosas que he aprendido es que no debemos juzgar, nadie sabe qué hay detrás de cada rostro sombrío y triste. Entiendo a cada persona como un ser humano creado por Dios".
A través de estas enseñanzas que Adri ha adquirido al convivir con los reclusos, y de ver cómo las personas transformaban sus rostros al escuchar la melodía que ella cantaba, fue que decidió regresar a la composición musical. Le inspira ver cómo la música puede ayudar a las almas tristes a tener una cercanía con Dios.
A partir de este apostolado, ha lanzado canciones que reflejan las experiencias que ha tenido en su vida. Recientemente, sacó su sencillo Espíritu de Dios en el cual menciona que Dios siempre debe ser el guía que conduce e inspira nuestras vidas y que nos da claridad para tomar decisiones.
Su apostolado que emplea reclusos
A la par de su carrera musical, Duque tiene una empresa llamada Sarai Clothing que se divide en 3 marcas llamadas AsiSea, Play Model y Puntadas de libertad. Menciona que esta última no produce dinero, sino que es parte de su responsabilidad social empresarial, la cual ayuda a las personas que están privadas de su libertad.
En Puntadas de libertad se ofrecen las capacitaciones de confección en los Centros Penitenciarios, para que los reclusos puedan entrar a su taller para aprender y contar con nuevas herramientas de vida. Alrededor de 300 hombres y mujeres aprenden las técnicas de corte de tela, confección, estampado y etiquetado de ropa.
La cantante colombiana menciona que este emprendimiento nació porque Dios así lo quiso:
"Realmente es una obra de Él, que nace en su corazón y la sigue alimentando en los corazones de las personas que pertenecemos a este apostolado".