Apenas el pasado 30 de mayo de 2023, la Comisión de Teólogos del Dicasterio para las Causas de los Santos dio su voto favorable para el reconocimiento del milagro atribuido a su intercesión y el jueves 14 de diciembre, el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos fue recibido por el Santo Padre, quien ha autorizado la promulgación del decreto relativo al milagro que permitirá la beatificación del mexicano, siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, Misionero del Espíritu Santo.
Para conocer algunos aspectos del Venerable Moisés Lira, Aleteia consultó al Lic. Luis Enrique Lara Córdova, investigador en hagiografía. Esto es lo que nos compartió.
Hijo espiritual de Conchita Cabrera de Armida
Moisés Lira Serafín nació en 16 de septiembre de 1893 en Zacatlán, Puebla (México) , a los 5 años quedó huérfano de madre. Fue monaguillo y luego ingresó en el Seminario Palafoxiano de Puebla. Al conocer al Venerable Félix de Jesús Rougier se entusiasmó por la espiritualidad que el Señor suscitaba a través de él y de la Beata Concepción Cabrera de Armida. El Padre Félix lo consideraba "el primogénito", ya que él fue el primer religioso de la nueva congregación.
Su humildad lo llevó a ocupar el último lugar en todo, viviendo con autenticidad el Espíritu de las Obras de la Cruz, tal como el Señor lo inspiró a la Beata Conchita, a quien siempre quiso con el cariño de un hijo a su madre. Era sumamente bondadoso y asumió también la infancia espiritual, siendo parte del ejército de "almas pequeñas" inspiradas en el camino marcado por santa Teresa de Lisieux. Su lema era:
"Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo".
Labores y ordenación sacerdotal
Desempeñó los oficios de superior local en diversos lugares y de ecónomo general. En 1922 fue ordenado sacerdote en Morelia y, de 1926 a 1928, estudió Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana de Roma. Regresó a México el 17 de julio de 1928, el día que mataron a Obregón. En 1931 pasó al Templo Expiatorio de San Felipe de Jesús, como confesor.
Un hecho que marcó su espíritu misionero fue colaborar con san Rafael Guízar y Valencia en unas misiones populares. Se destacó como director espiritual y confesor; fue un apóstol de la caridad de Cristo hasta el olvido de sí mismo. Tenía especial cuidado y atención con los niños, a quienes enseñaba a ser monaguillos, muchos de los cuales al final ingresaron en el Seminario o en la Escuela Apostólica de los Misioneros del Espíritu Santo.
Fundador, superior general y muerte
En 1934 fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, en sintonía con su elevado celo apostólico y su ardiente devoción por la Santísima Virgen. Tiempo después, de 1936 a 1938, fue enviado a la Comunidad que los Misioneros fundaron en Celaya, para atender el Templo de la Merced. Luego de la muerte del superior general, Venerable Félix Rougier, fue ecónomo general de la Congregación.
Años después, su estado de salud fue decayendo y, finalmente, murió el 25 de junio de 1950 en la Ciudad de México, con gran fama de santidad. En el año 2000 se inició el proceso de beatificación, y fue declarado Venerable en el año 2013 por el Papa Francisco.
Su tumba puede ser visitada en la nave lateral izquierda del Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. El 14 de diciembre, el Papa Francisco aprobó la promulgación del decreto del milagro que permitirá la beatificación del sacerdote mexicano Moisés Lira, MSpS.