Cada año nuevo suele ser una época de promesas, propuestas y objetivos, muchos de los cuales se olvidan antes de que finalice en enero.
Y puesto que siempre es necesario fijarse metas en la vida, es importante que sean realistas, alcanzables e inspiradoras, ya que estas características aumentan nuestras posibilidades de no olvidar o abandonar tan fácilmente.
Una fascinante sugerencia de propósito espiritual para el próximo año es profundizar en la relación con tu ángel de la guarda.
¿Qué son los ángeles de la guarda?
Los ángeles de la guarda son criaturas espirituales de Dios, invisibles a nuestros ojos, pero que nos acompañan a diario. Dios mismo asigna a cada persona un ángel para protegerla y guiarla a lo largo de su viaje terrenal.
Algunas personas se preguntan si nuestro ángel de la guarda tiene la capacidad de conocer nuestros pensamientos. ¿Pueden entrar en nuestra mente y leer nuestros pensamientos secretos?
La respuesta es: NO; no tienen acceso especial a nuestros pensamientos. Solo Dios es capaz de saber exactamente lo que pasa por nuestra mente, porque es el creador y sustentador de todos nosotros. Santo Tomás de Aquino lo afirma claramente en su Suma Teológica: "Lo que es propio de Dios no pertenece a los ángeles" (I, 57, 4).
Sin embargo, aunque los ángeles no tienen acceso ilimitado a nuestras mentes, podemos revelarles nuestros pensamientos de forma espiritual. El filósofo Peter Kreeft escribe en su libro "Ángeles y demonios" que puedes "revelar tus pensamientos y secretos a tu ángel de la guarda hablando con él, como lo harías con un santo humano en el Cielo o con un amigo en la tierra".
Platicar con ellos para que nos ayuden mejor
Al mismo tiempo, nuestros ángeles de la guarda tienen mentes muy inteligentes y son expertos en el arte de la observación (mucho mejores que nosotros). Esto significa que, aunque no tengan acceso a nuestros pensamientos sin nuestro consentimiento, pueden observarnos y tienen una capacidad sobrenatural para saber lo que pensamos por el mero hecho de estar con nosotros. Santo Tomás de Aquino también explica esto cuando escribe: "Porque el pensamiento se descubre a veces no solo por el acto exterior, sino también por el cambio del semblante; y los médicos pueden conocer algunas pasiones del alma por el mero pulso" (I, 57, 4).
Por eso, si queremos que nuestro ángel de la guarda nos conozca de verdad, así como nuestros secretos y desafíos, debemos hablar con él con regularidad. De este modo, estarán mejor preparados para protegernos y guiarnos hacia la vida eterna. Esta conversación puede hacerse en oración, desahogándose, pidiendo ayuda, guía y luz. Es una forma excelente de cultivar nuestra amistad con nuestro ángel de la guarda.
De hecho, esta relación no depende de nuestro signo, del día en que nacimos, ni de técnicas, colores o aromas. Hay muchas distorsiones de la doctrina cristiana sobre los ángeles, que nos desvían hacia creencias y supersticiones.
En lugar de caer en este tipo de engaños, es mucho más sencillo y poderoso rezar todos los días la tradicional y sencilla oración católica al ángel de la guarda:
Oración
Santo Ángel del Señor,
mi celoso guardián,
si la divina misericordia me ha confiado a ti,
gobiérname siempre, guárdame e ilumíname.
Amén.
¿Quieres aprender también esta oración en latín?
Ángele Dei,
qui cústos es mei,
me, tíbi commíssum pietáte supérna,
hódie illúmina, custódi, rége et gubérna.
Ámen.
No olvides rezar todos los días el Ángelus, que honra a la Virgen y evoca a su ángel de la guarda. Tradicionalmente, el Ángelus se reza por la mañana, a mediodía y por la noche.
Aprovecha el maravilloso privilegio de tener un ángel confiado por Dios para cuidarte y guiarte por los caminos del Señor.