En esta época seguimos siendo esclavos, cada uno de distinta manera. Somos oprimidos por ciertas cosas, situaciones, lugares o incluso personas. Esto quiere decir que, en la actualidad, encontramos diversas formas de vivir en una esclavitud a la que podríamos denominar como una "esclavitud moderna".
Podemos hablar de temas y situaciones tan cotidianas, donde somos vulnerables dañando nuestra integridad y creyendo que somos libres cuando la realidad es otra.
Existe un discurso en redes sociales sobre la "libertad" o incluso en libros de superación personal, pero te invitamos a reflexionar sobre esta gran paradoja del siglo XXI, pues justo cuando creemos que vivimos en libertad, es todo lo contrario.
En entrevista para Aleteia la psicóloga Marisol Ruíz aseguró que
A nivel neurológico, caemos en estas tendencias porque nos da placer, generando dopamina, bienestar y comodidad, debido a que son estímulos que recibimos en primera instancia”.
Aquí te dejamos una lista de las cosas más típicas y cotidianas que quizás te puedan reprimir de vivir plenamente.
1Smartphone
Por supuesto, este es el tipo de esclavitud moderna que se lleva la corona, ya que en la actualidad una vida sin celular, "no es vida", gracias a la dependencia que nos ha generado.
El celular es, incluso, parte de nosotros. Tenemos ¡todo! en él: contactos, juegos, cuentas de banco, información personal, GPS, reloj, agenda, etc. Esto nos genera una dependencia total.
2Expectativas
Hacemos lo que creemos que le gustará a los demás y no lo que agrada verdaderamente a Dios.
Nos dejamos llevar por las expectativas que los demás tienen de nosotros para poder encajar en ciertos grupos sociales, despreciándonos a nosotros mismos.
3Industria de la moda
Escuchamos discursos, sobre todo en redes sociales, que nos invitan a vestir de cierta forma o portar ciertos accesorios, haciéndonos esclavos de cada nueva tendencia sin preguntarnos si esas prendas "de moda" expresan de forma correcta la dignidad de nuestra persona.
4Modas Lifestyle
Maneras de vivir "aesthetic", minimalista, "fit", entre muchas otras que nos hacen sentirnos inadaptados a los ambientes que no son de ese estilo. Incluso llevando un estilo de vida lujoso, de viajes, etc.
5El exceso de trabajo
Creemos que entre más trabajemos, más tendremos, descuidando nuestras relaciones familiares, sobre todo en el desarrollo de los hijos. Pero también descuidamos la salud, con el estrés crónico que genera enfermedades físicas. El trabajo no es malo, de hecho, nos dignifica, pero no en exceso.
"Todo afán y éxito en el trabajo no es más que envidia recíproca. También esto es vanidad y querer atrapar el viento" (Ecl. 4,4).
Si eres esclavo de alguno de estos puntos u otro más, la psicóloga Marisol nos hace la invitación a tener tiempos de uso y voluntad. Ir contra corriente teniendo actividades que estén al alcance de mi realidad como salir a correr o charlar con mis amigos o familia.
Finalmente, recomienda"no demeritarnos, puesto que es ir en contra de tu amor propio y este se construye pero no solo en la idea; es ir contra corriente y es de valientes".